"Cultura" nazi en la España franquista

 
 
El PP una vez que ha perdido la poca verguenza que ya de por sí tenía desde siempre, se atreve a insultar a los ciudadanos en lugar de solucionar problemas, que es por lo que se le paga. Hace unos días Cospedal, la perra muy bien amaestrada, tuvo la gran indecencia y bajeza moral de llamar nazis a todas las personas que salen a la calle exigiendo su derecho a techo, y claro, esto no lo podemos permitir de ninguna de las maneras, ya es suficiente motivo de odio eterno el que nos estén jodiendo la vida con una sádica sonrisa, como para que ahora encima insulten a ciudadanos honrados que sólo piden lo que les pertenece por derecho de nacimiento.
 
Por otra parte, si tenemos en cuenta la baja catadura moral y la existencia rastrera de semejantes parásitos caníbales, estos no insultan a nadie por mucho que quieran hacerlo, sólo nos dan un motivo más para odiarlos con todas las de la única ley legítima, la sentencia del pueblo en contra de sus verdugos, como suelen decir los maderos en las películas cutres yanquis, todo lo que digan podrá usarse en su contra. Aún así, aunque por mucho que quieran estos amorales nunca podrán insultar a nadie, me gustaría compartir una serie de entradas en el blog en las que se demuestre sin lugar a dudas quienes son realmente los nazis de este país, y no de una manera insultante o alegórica, sino clara e inequívocamente.
 
 
Los abuelos y los papás de los actuales gobernantes eran nazis, literalmente, sin ningún tipo de ironías ni nada parecido, nazis convencidos, y sus vástagos continuaron esa tradición de enfermos mentales, enfermedad muy común entre los amos de este país, caracterizados sobre todo por ser los fascistas más abyectos, cavernícolas y nazis de la Europa actual, después del gobierno Merkel, por supuesto.

A continuación comparto con vosotros un Pdf muy interesante que trata sobre la difusión de la literatura nazi en España, auspiciada fervientemente a manos del gobierno pronazi del Cabronsísimo. Si Hitler se hubiera salido con la suya España habría sido germanizada a manos de los nazis españoles, aunque está bastante claro que Paquito o la urraca de su parienta tenían de arios lo que yo de monaguillo, ridículo, aunque muy trágico. Os dejo algunos textos que he sacado de un Pdf que trata sobre la propaganda nazi en el régimen fascista del Cabronsísimo, si queréis podéis descargarlo completo, al final os dejo el enlace para ello, salud.
 
 

LIBROS, BIBLIOTECAS Y PROPAGANDA NAZI EN EL
PRIMER FRANQUISMO: LAS EXPOSICIONES DEL LIBRO
ALEMÁN

“Para las relaciones entre España y Alemania ha de ser un precioso valedor el libro. Lo fue en todas las épocas (…). El libro, pues, es el puente de unión más fuerte entre ambos pueblos. No es ésta la primera Exposición del Libro Alemán que se hace en España. Hace doce años se celebró otra en Barcelona y Madrid, ciudades que hoy gimen bajo el terror soviético (…). La Exposición ésta que se inaugura en Sevilla viene limpia de veneno. Está puesta bajo el lema, Alemania en el libro alemán. Nada de novelas lúbricas de mal gusto, nada de libros políticos (...). Por el contrario, aquí encontraréis la fuente cristalina de nuestros clásicos, las obras del Führer, nuestras grandes obras modernas, científicas y literarias. Ilustraciones de Folklore, del Renacimiento, de la nación unificada, libros de ciencias naturales y técnicas (...)”.

Ernst Schäfer, inauguración de la Exposición del Libro Alemán, Sevilla, 17 de diciembre de 1938. (ABC de Sevilla, 18 de diciembre de 1938)

El artículo pretende contribuir al estudio de las relaciones entre España y Alemania durante la guerra civil española y su inmediata posguerra desde la perspectiva cultural, en concreto, a partir del análisis de las Exposiciones del Libro Alemán que el Tercer Reich organizó en los años 1937-1940 en diversas ciudades españolas. Además de poner de relieve su instrumentalización propagandística como parte fundamental de la política cultural exterior nazi y como “discreto” medio de influencia en países bajo su órbita de intereses, tal y como era España, la aproximación a las exposiciones pone de manifiesto la compleja red de actividades de la comunidad alemana asentada en España. Por otra parte, el estudio contextualizado de las exposiciones refleja las tensiones ideológicas que provocaron entre Falange, a cargo de las actividades de propaganda en el primer franquismo, y los sectores más católicos del Nuevo Orden pues coincidieron con la puesta en marcha del aparato propagandístico y de los fundamentos ideológicos del nuevo régimen en España.
 
Nazis quemando libros
Resulta sorprendente comprobar que la relación de los nazis con los libros fue más enrevesada de lo que sus quemas masivas atestiguan. De hecho, a pesar de toda una retórica contra el intelectualismo en general y contra los libros en particular, los nazis encontraron en ellos un eficiente, silencioso y pacífico instrumento de propaganda política e ideológica que atravesó fronteras e invadió estantes vacíos de tantas bibliotecas esquilmadas, propias y ajenas. La creación de la Buchsverein (Unión del Libro) y de similares secciones dentro del Ministerio de Propaganda y del Ministerio de Asuntos Exteriores del Tercer Reich refleja en qué medida los nazis explotaron el potencial propagandístico que los libros podían brindar.
 
Falangistas quemando libros a imitación de sus adorados nazis

Actividades que no sólo se practicaron con éxito en Alemania sino que exportaron como parte de un plan estratégico meditado para influenciar en políticas internas de terceros países donde convenía cultivar amistades y salvaguardar los intereses del Tercer Reich. Dentro de esta modalidad ligera de la política exterior nacionalsocialista, las Exposiciones del Libro Alemán se revelaron como uno de los recursos más efectivos, en diversos países y en repetidas ocasiones, antes de la derrota definitiva nazi en 1945. En España, estas exposiciones coexistieron con otros modos de injerencia alemana más agresivos y evidentes como atestiguan la asistencia técnica y militar que Franco recibió durante la guerra civil y los pingües beneficios que reportaban las variadas actividades económicas de la comunidad nazi en territorio español.
 
El presente artículo tiene por objetivo examinar la influencia nazi en España mediante una aproximación a las exposiciones del Libro Alemán en los años de la contienda civil española y su inmediata posguerra. Como toda propaganda, las exposiciones tenían como incentivo fundamental trascender el mero plano cultural y tener efectos de carácter político e ideológico. De este modo, se pretende contribuir al estudio de las relaciones hispano-germanas del periodo examinando una vertiente, la cultural, a través de la historia del libro, que está aún por desarrollar en toda su extensión. Además, las Exposiciones del Libro Alemán no son sólo reflejo del aparato propagandístico del Tercer Reich en el exterior, sino que, en el caso concreto de España, ponen de relieve las rencillas ideológicas en el seno del gobierno de Franco por decidir qué rumbo tomar y qué amistades cultivar. Igualmente, las celebraciones de las Exposiciones en diversas ciudades españolas en plena guerra civil y en el primer franquismo son un botón de muestra de la naciente política de propaganda y control cultural del Nuevo Estado.

Para cimentar las bases de su potente aparato propagandístico, el Tercer Reich primeramente llevó a cabo una uniformización cultural que afectó a todas las expresiones artísticas, intelectuales y culturales en Alemania. Si bien es cierto que la adhesión sin ningún o demasiados reparos a los principios racistas, ultranacionalistas y darwinistas de la Weltantschauung nazi incluyó a la mayor parte de juristas, economistas, historiadores, filósofos, germanistas, científicos, escritores y artistas alemanes, el nacionalismo puso en marcha un aparato monopolístico de propaganda con la pretensión de eliminar cualquier signo de independencia cultural e ideológica.
 
Himmler y Serrano Suñer (El Cuñadísimo)
La instauración del Ministerio de Ilustración Popular y Propaganda y de la Cámara de Cultura del Reich en 1933 y la del Ministerio de Ciencia, Educación y Escolarización en 1934 acabaron con cualquier expresión cultural crítica con el nacionalsocialismo. Simultáneamente, se intensificaron las medidas de censura editorial de modo que tan sólo los manuscritos con el visto bueno del Ministerio de Propaganda se incluían en el Catálogo de Literatura Nacionalsocialista para posterior publicación bajo los auspicios del “Comité de Inspección para la Protección de la Literatura nacionalsocialista” por las casas editoriales domesticadas y las de nuevo cuño. Goebbels, convertido en Ministro, Presidente de la Cámara de Cultura y Jefe de Propaganda del Partido, asumió el mando del totalitarismo cultural del Tercer Reich.

El resultado de la monopolización política de las actividades culturales fue la sistemática destrucción de las Ciencias Sociales y Humanidades alemanas tal y como se entendían en Europa Occidental. Sus efectos colaterales más visibles fueron las purgas de librerías y bibliotecas y la huida masiva de artistas e intelectuales alemanes de reconocido prestigio debido a sus orígenes judíos y/o convicciones políticas de izquierdas. En las listas negras de proscritos judíos publicadas a partir de abril de 1933 se incluyeron nombres como los de Freud, Bebel, Bernstein, Rathenau, Einstein, Brecht, Brod, Doblin, Kaiser, los hermanos Mann, Zweig, Wassermann, Remarque, Schnitzler, Tucholsky, Broch, Kastner, Kraus, Lasker-Schuler, Hesse, y muchos más. El vacío cultural fue ocupado por multitud de escritores de segunda fila que comulgaban con los preceptos nacionalsocialistas tales como Erwin Guido, Emil Strauss, Hans Grimm, Hans Johst, Wilhelm Schaefer, Werner Beumelburg, Herman Claudius, Hans Carossa, etc. El clímax de la destrucción nazi de la cultura alemana se alcanzó en las quemas de libros del 10 de mayo de 1933 en las capitales y principales ciudades universitarias del país.
 
Una de las cosas más asquerosas y abominables que pueda imaginarse, ser torero y fascista

Grandes exposiciones temáticas lograron una movilización colectiva de largo alcance en Alemania y en países donde sus intereses estratégicos debían ser garantizados, caso de Italia, España, Rumanía, Checoslovaquia y Hungría. Megalómanas demostraciones de poder nacionalsocialista, estas exposiciones mostraban a un extenso público entusiasta su propia interpretación de la realidad con tonos demagógicos y altisonantes. En suma, pocas ideas, repetidas hasta la saciedad, expuestas de un modo sencillo para el ciudadano medio, y fuertemente asociadas a los instintos más primitivos de un público ya de antemano aterrorizado ante la perspectiva de oleadas revolucionarias, invasiones bolcheviques y dominación judía y encantado por los cantos de sirenas del nacionalsocialismo.

Los temas estrellas de las exposiciones nacionalsocialistas fueron los mismos que compusieron la columna vertebral de la agenda política interior y exterior del nazismo, a saber, el antibolchevismo, el antisemitismo, la exaltación de los principios del nacionalsocialismo y las pretensiones expansionistas de la nueva Alemania. Los departamentos del AntiKomintern, el Instituto para la cultura alemana y la propaganda económica (Institut fur Deutsche Kultur und Wirtschaftspropaganda) de Berlín y las grandes casas editoriales ex novo como la Nibelungen suministraban el material expositivo de pretensiones “científicas”. Entre las grandes exposiciones en suelo alemán cabe destacar por su éxito la exposición del “Arte degenerado” en 1938, que supuso la huida precipitada de tantos artistas de primera fila hacia Francia y las Américas, la exposición del “Eterno Judío” también en 1938, y la gran exposición antibolchevique “El Bolchevismo sin máscara”, exposición itinerante que recorrió toda Alemania entre 1937 y 1941. El anticomunismo volvió a estar presente en las grandes exposiciones nazis una vez que se saldó la alianza con Stalin, tal y como demuestra la exposición de “El Paraíso Soviético” en Berlín en 1942.
 
Nazis en San Sebastián

España fue recipiente de varias exposiciones nazis y objeto de estudio en su calidad de “nueva víctima del bolchevismo asiático”. Como botón de muestra, en dos exposiciones sobre el antibolchevismo organizadas en Alemania el Spanien-Kapitel formó parte del discurso general nazi de propaganda anticomunista. La primera se celebró en 1936 en la biblioteca del Museo alemán en Munich, bajo la dirección del AntiKomintern y de la comunidad local del partido nacionalsocialista. A través de fotografías impactantes la exposición reflejaba las mortíferas consecuencias del bolchevismo en Alemania, Italia, Hungría, y Rusia, mencionándose España como el caso más reciente del brutal expansionismo de la Unión Soviética –es más, se comenta que la crueldad del material documental relativo a España hacía imposible su exposición-. Con posterioridad, el capítulo español también tuvo cabida en la gran exposición itinerante antibolchevique “El bolchevismo sin máscara” antes mencionada, que fue inaugurada en Nuremberg en 1937. El catálogo de la exposición empieza y acaba con referencias al terror bolchevique en que estaba sumida España. Según la interpretación nazi, España se hallaba en una encrucijada, batiéndose frente al bolchevismo, es decir, al caos y la destrucción máximos.
 
Irónicamente, sigue el catálogo, mientras que los Juegos Olímpicos, “símbolo del fuego eterno de la cultura clásica y del pacifismo de la juventud mundial”, se estaban celebrando en Berlín en agosto de 1936, Moscú encendía otras antorchas por las tierras de España, diseminando destrucción, terror y muerte.
 
España fue, a su vez, país receptor de exposiciones nazis. En lo que respecta a las exposiciones bibliográficas, si bien se dieron precedentes en la época republicana española, cuando se organizaron dos exposiciones del libro alemán, la del Día del Libro alemán en Barcelona el 20 de noviembre de 1933 y la de la Semana del Libro alemán en Madrid los días 13, 14 y 15 de diciembre de 1935, la propaganda de la ideología nacionalsocialista sólo apuntaba tímidamente en ellas. Por el contrario, en los años de la guerra civil y la inmediata posguerra, teniendo a Franco como interlocutor y con colaboradores y admiradores del nacionalsocialismo en ciertos sectores de la administración cultural del primer franquismo, los nazis no escatimaron esfuerzos para organizar nuevas exposiciones de libros en un escenario político más receptivo y afín.
 
Descargar Pdf completo:
 
 
El espíritu fascista y nazi sigue vivo en España, donde se permite la existencia de partidos sobradamente reconocidos como nazis pero se quiere ilegalizar a Bildu, un partido votado por casi 300.000 vascos. Los imbéciles que fueron a morir en las frías estepas rusas no le sirvieron a Hitler de casi nada, todo no era más que una pantomima para demostrar la lealtad debida al Führer, ya que sin su ayuda nunca habrían vencido al pueblo cuatro militares analfabetos, sediciosos y sin honor. En Alemania, cuna del nazismo, nunca se permitiría en la actualidad semejante apología como la que representa este cartel, algo así sería debidamente castigado y se pondrían los medios para que no volviera a repetirse tal apología del nazismo que asoló Europa. Sin embargo aquí en España no sólo se permite esto, sino que además tildan de terroristas y nazis a los ciudadanos que reivindican sus derechos. ¿Hasta cuándo vamos a aguantar que nos jodan y encima nos insulten estos auténticos nazis probados que todavía hoy recuerdan con idiota veneración a los monguers que fueron a morir de frío y asco en los páramos rusos?
 

Monguers de la División Azul

Esta afinidad entre la oligarquía española y nazi se ha mantenido viva hasta nuestros días, sólo hay que ver las técnicas -más pulidas- de distracción y manipulación perpetradas por el gobierno neonazi del PP, siguen doctrinalmente las enseñanzas de Goebbels, el creador de la propaganda nazi y la moderna manipulación informativa. La más evidente de todas estas técnicas demoníacas es la tan intensa y burdamente usada por los nazis del PP y que se resume así: <<una mentira repetida mil veces acaba convirtiéndose en una verdad indiscutible>>, véase por ejemplo el mantra que repiten cuales perros lobotimizados, <<no hay otra salida, las medidas tomadas por el gobierno son las únicas posibles, o las aplicamos o vendrá el caos irremediablemente>>. Esto es pura propaganda nazi, auténtico desprecio por la inteligencia y voluntad del pueblo. Ellos dicen que todo lo hacen por nuestro bien y que no hay alternativas, que ellos son los "sabios" y que ya han estudiado todas las alternativas, eligiendo la menos cruenta para todos, todo el que opine lo contrario es sólo un agitador revoltoso y un antisistema que pone en peligro la convivencia pacífica por atreverse a exigir lo que es suyo.

Otra de las evidencias sobre la ideología nazi de los que llaman nazis a sus víctimas es la de la manipulación periodística y medios de desinformación masivos. Si Goebbels hubiese tenido a su disposición periódicos como La Razón o ABC, que se publican en internet y pueden ser leídos por cientos de miles de personas de manera gratuita, si hubiese tenido cadenas de TV como Interlobotomía o 13 TV, si hubiese podido controlar internet como lo están haciendo los nazis internacionales hoy día, es muy probable que el nazismo sería en la actualidad el "orden" vigente. De esta manera fomentan el racismo, la homofobia, la guerra contra países que no han agredido a nadie o la eugenesia a través de los alimentos y la negación de asistencia sanitaria, actividades todas ellas que perféctamente podemos encuadrar en el ideario nazi más puro.
 
Mira por donde que incluso el guía espiritual de todos los meapilas nazis españoles era también otro nazi, si es que Dios los cría...

En la cuestión literaria estamos asistiendo a una nueva interpretación de la historia, una historia que pretende vendernos al Cabronsísimo como una figura clave en la "civilización" española. El puerco ese de Pío Moa es un claro ejemplo de como los fascistas intentan manipular la historia de nuestro país en función de sus propios intereses, exáctamente igual que hacían los nazis. Estos herederos de los que siempre mandan e imponen son dueños de todo, incluidos los llamados medios de comunicación, aunque su única finalidad desde su nacimiento es la manipulación masiva. 
 
Los perros de prensa a sueldo de los amos crean la opinión general, aunque esos que se autodenominan creadores de opinión no tienen opinión propia, sólo se limitan a ladrar lo que sus amos les dictan, otra regla más de Goebbels que se cumple a rajatabla. Así que ¿quiénes son los nazis? ¿los ciudadanos honrados y compometidos que exigen pan, salud y libertad o los malnacidos que les niegan lo más básico? Nazis son los terroristas fundamentalistas ultracatólicos del PP, y como tal serán juzgados por el pueblo sin necesidad de cuervos judiciales a sueldo de sus amos nazis.
 

No hay comentarios: