Turquía: la república militar

 

 
<<Los sucesores de Atatürk prefirieron convertirlo en bronce, luego de borrar de su legado lo que les parecía anacrónico o molesto. Hicieron del "kemalismo" un dogma de Estado, atribuyéndose el monopolio de su interpretación. Pudieron así definir sistemas de gobierno y comportamientos políticos según su conveniencia y sancionar, de paso, a quienes los cuestionaran. El dogma, simple en su enunciado, lo suficientemente vago en su contenido como para adecuarlo a voluntad, se presenta como indiscutible. Está cifrado en unas pocas palabras: integridad del territorio, unidad de la nación, laicismo de la República. Honorables principios a los que todos y cada uno no pueden sino adherirse, pero cuyo exclusivo guardián pretende ser el ejército>>

Éric Rouleau, “El poder de los militares turcos”
 

Lo que comenzó al parecer como una acampada pacífica por la defensa de un parque público amenazado por los planes urbanísticos en Estambul, se convirtió el pasado 31 de mayo en el inicio de una oleada de protestas que pronto se extendieron por toda Turquía, enfrentándose a una dura represión policial. La indignación contra la islamización y el autoritarismo del primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, y la falta de democracia han pasado a ser algunos de los motivos por los que los turcos decidieron tomar las calles.
 

Nada más conocerse los disturbios de Estambul las redes sociales se han plagado de alusiones a la desmedida violencia policial, violencia que ya se ha cobrado cuatro vidas en el momento que escribo este post. Algunos cándidos se han apresurado a comparar estas revueltas con las de la irrisoriamente llamada Primavera Árabe, la "revolución" patrocinada por USA para hacerse con el control definitivo de la región. Esto de Turquía me huele más a revuelta social espontánea, aunque tampoco puedo afirmarlo ni mucho menos, me da esa sensación, un termómetro infalible para conocer el alcance real de esta revuelta será el tratamiento que recibirá en los medios de comunicación internacionales y de nuestro país.
 

La situación turca me parece similar a la española en algo bastante importante, allí al igual que aquí la batalla no sólo es contra el capitalismo, en ambos países también existe un enemigo muy peligroso y con siglos de historia, (milenios en nuestro caso) el fundamentalismo religioso. Aquí vuelve a gobernar el Opus Dei a golpe de Decreto Real y en Turquía los ateos se rebelan contra quienes quieren imponerles sus dementes ideas religiosas que sólo incitan al odio en lugar  de al entendimiento pacífico. Creo que lo mejor es conocer un poco la historia de Turquía para así poder comprender - o al menos intentarlo - lo que hoy sucede allí. De todo no podemos saber, mucho menos basándonos en las noticias que vemos por TV, la historia de un país siempre nos dice de donde viene y hacia donde puede dirigirse según sus antecedentes, de esta manera también aprendo yo mientras escribo, porque a decir verdad no es mucho lo que conozco sobre Turquía, así que creo que será mejor dejar hablar a la Historia.
 
Ataturk
La República de Turquía fue fundada el 29 de octubre de 1923 por el general Mustafa Kemal, quien más tarde adoptaría el nombre de Atatürk (“padre de los turcos”). El nacimiento de la república fue resultado del desmembramiento del Imperio Otomano al fin de la Primera Guerra Mundial (1914-1918), y de la posterior Guerra de Independencia (1919-1923) librada por los nacionalistas turcos, liderados por Mustafa Kemal, contra las fuerzas de ocupación aliadas de la Entente.

El objetivo del conflicto era deshacer la repartición territorial del Imperio producto del Tratado de Sévres y crear un estado independiente en la península de Anatolia. La victoria de los nacionalistas turcos, agrupados en la Gran Asamblea Nacional liderada por Mustafa Kemal Ataturk, supuso no sólo la aparición de un nuevo estado independiente, sino también el comienzo de la aplicación de una serie de reformas orientadas a transformar la nueva república en un estado moderno y occidental partiendo de los restos de un imperio semi-teocrático y retrasado en muchos aspectos.

Las reformas de Atatürk encuentran sus precedentes ideológicos en el periodo de las Tanzimat, una reorganización general del Imperio impulsada por los Jóvenes Otomanos llevada a cabo a partir de 1839, y ésta, a su vez, se inspiraba en los valores de la Revolución Francesa. Las Tanzimat desembocaron en la promulgación de la Primera Constitución otomana en 1876, donde “aparecieron por primera vez los temas de la occidentalización de la sociedad, la modernización del aparato del Estado, la centralización de la administración otomana y la secularización”. Sin embargo, la Constitución quedaría derogada en 1878, tras la derrota en la guerra ruso-otomana, y no se lograrían los principales objetivos marcados.
 


 
Atatürk desarrolló su ideología a partir del núcleo de ideas de las Tanzimat y las adaptó al contexto posterior a la Primera Guerra Mundial. Además, recurrió convenientemente a conceptos clave de la Revolución Francesa como el patriotismo, la independencia y la soberanía nacional por encajar perfectamente en la situación en la que se encontraba lo que quedaba del Imperio Otomano

El objetivo de Atatürk era convertir Turquía en un estado próspero laico, unido, moderno y occidental, algo muy difícil de conseguir teniendo en cuenta que una vez acabada la Guerra de Independencia era justamente lo opuesto a todo ello. Es natural, pues, que las reformas que se llevaron a cabo para comenzar la transformación se toparan con la resistencia de amplios sectores de la sociedad, principalmente conservadores, reaccionarios y otras minorías. La posición tomada por Atatürk y su gobierno fue la de un paternalismo autoritario que pretendía instaurar la laicidad y modernidad en el futuro estado a pesar de las reticencias de un pueblo profundamente religioso debido a su analfabetismo, aunque eso sí, siempre teniendo en cuenta que era un militar y a pesar de haber contribuido a traer grandes mejoras sociales para su país tampoco es que fuese un héroe del pueblo, cada cosa en su justo sitio y en su justa medida, al fin y al cabo era un militar.
 
Las reformas culturales y el impulso a la educación (creación de un nuevo sistema educativo, escolarización masiva -también femenina-, adopción del alfabeto latino…) deberían preparar a la sociedad para un futuro democrático - en el sentido que se le da a la democracia en los países occidentales - una vez hubiera “entrado en razón” y se hubiera desprendido de valores conservadores y reaccionarios que pusieran en peligro la existencia misma de la incipiente República.

En 1923, una vez Atatürk pone fin al sultanado y proclama la República, el Islam deja de ser religión de estado y se implantan leyes laicas. La lengua turca empieza a escribirse con letras latinas, que sustituyen a los caracteres árabes. Turquía trata de ganarse la simpatía de Occidente. Durante la Segunda Guerra Mundial, firma tratados de paz tanto con la Alemania Nazi como con la Rusia de Stalin, y permanece neutral. Sólo en 1945, casi al final de la Guerra, se une al bando aliado.

Independencia turca


Tres golpes militares (1960, 1971, 1980) marcan la historia turca en la segunda mitad del s.XX. Ser una dictadura militar no le impidió ser miembro activo de la OTAN en el delicado equilibrio geopolítico de la Guerra Fría. Desde 1983, el poder está en manos de civiles y un lento proceso democrático trata de abrirse paso.

Turquía es en la actualidad una república semipresidencial y la Constitución dispone que es un Estado democrático, laico, social y de derecho, aunque eso está por demostrar, como aquí en España. El poder legislativo reside en la Gran Asamblea Nacional de Turquía, compuesta por 550 diputados elegidos para una legislatura de cinco años con los votos de los ciudadanos turcos mayores de 18 años.


Su constitución actual fue adoptada el 7 de noviembre de 1982 después de un período de gobierno militar, y está basada firmemente en los principios de un laicismo sui generis, muy parecido al español. El poder ejecutivo reside en un presidente. El poder legislativo está radicado en los 550 escaños de la Gran Asamblea Nacional de Turquía (Türkiye Büyük Millet Meclisi), que representa a las 81 provincias.
 
Para tener representación en el Parlamento, un partido debe obtener por lo menos el 10 % del total de votos en las elecciones parlamentarias nacionales. Los candidatos independientes pueden participar y ser elegidos, y para ello deben obtener el 10 % del voto en la provincia por la cual pretenden ser elegidos. Los militares turcos desempeñan un papel político en la sombra, aunque importante, puesto que se consideran los guardianes de la naturaleza secular y unitaria de la república. Los partidos políticos juzgados como anti-seculares o separatistas por el Poder Judicial Turco (a instancias del estamento militar) pueden ser prohibidos, ley que se aplica de una manera mucho más estricta a los separatistas que a los anti-seculares, especialmente los kurdos.
 

Turquía es miembro fundador de las Naciones Unidas (1945), la OCDE (1961), la OSCE (1973) y el Grupo de los 20 (1999).El presidente y el primer ministro se dividen las funciones del poder ejecutivo de forma semejante a la de Francia. El Presidente actual Abdullah Gül, fue elegido por el Parlamento el 28 de agosto de 2007, tras varias votaciones, por mayoría absoluta, y tras una fuerte polémica que han vuelto a enfrentar al ejército con la Jefatura del Estado dado que el nuevo presidente es miembro del islamista AKP, que incluso llevó a convocar elecciones legislativas anticipadas. El Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) es el partido de Recep Tayyip Erdogan, actual primer ministro. El Presidente del Parlamento es Cemil Çiçek, del mismo partido. El Jefe de Estado Mayor del estamento militar turco es Necdet Özel.

Las Fuerzas Armadas turcas se componen del Ejército, la Armada y la Fuerza Aérea. La Gendarmería y la Guardia Costera funcionan como partes del Ministerio del Interior en tiempos de paz, a pesar de que están subordinados al Ejército y a la Armada.

Las Fuerzas Armadas turcas son las segundas más grandes de la fuerza armada permanente de la OTAN, con una fuerza combinada de 1.043.550 efectivos de personal uniformado que prestan servicios en sus cinco ramas. Todos los ciudadanos varones aptos están obligados a servir en el ejército por períodos que van desde tres semanas a quince meses, dependiendo de su educación y lugar de trabajo (los homosexuales tienen derecho a ser exentos, según su propia petición).
 
El ejército ha tenido un papel decisivo en la historia de la República de Turquía, tanto en su proceso fundacional como en su desarrollo posterior, en especial durante la segunda mitad del siglo XX. Esta institución asumió la responsabilidad de velar por que la República siguiera el camino marcado por su fundador, Mustafa Kemal Atatürk, lo que llevó a los militares a intervenir en varias ocasiones con el fin de rectificar la dirección que tomaba el país. Estas intervenciones se dirigieron en contra de los tres aspectos que más hacían peligrar el plan kemalista: la amenaza de la reacción islamista, la inestabilidad política y el separatismo kurdo.

Se puede decir que, desde 1960, el estado de vigilancia del ejército lo colocó permanentemente en el poder, pero sin formar parte de él: durante más de cuarenta años Turquía estuvo bajo un “gobierno militar de baja intensidad”, esto es, los gobiernos elegidos "democráticamente" podían actuar sólo dentro de los márgenes establecidos por las fuerzas armadas. El celo con el que los sucesores de Atatürk quisieron mantener su herencia provocó, paradójicamente, la mutación del significado de kemalismo. Esto se produjo en varias fases desde la muerte del fundador hasta la actualidad. Primero con el kemalismo sin Kemal de Inönü, más tarde con la OTANización de Turquía y la experiencia del golpe de 1960 y, finalmente, con el golpe de 1980.

Actualmente se suele dar el nombre de kemalismo a la ideología ligada a los militares surgida en 1980 y basada en su interpretación del kemalismo original. La acotación del significado de kemalismo a la interpretación que hacían los militares se puede explicar, por un lado, por el desarrollo de la sociedad turca, que demostró no estar de acuerdo con muchos de sus preceptos al votar a fuerzas contrarias en cuanto tuvo la oportunidad de escoger a sus gobernantes; y por otro lado, por la influencia del contexto internacional al alinearse Turquía con el bloque occidental.

Del kemalismo original se mantuvo su fachada simbólica, mientras el sistema que acabaría por establecerse fue una democracia limitada y controlada por unas fuerzas armadas favorables a las políticas occidentales. El control a la democracia surgía del miedo a que el pueblo escogiera libremente seguir un camino alternativo al previsto (ya fuese el islamismo, el comunismo o la independencia kurda), por lo que, de ser en sus inicios un movimiento progresista con la vista puesta en el futuro, el kemalismo pasó a ser una ideología basada en un pasado que sus seguidores debían proteger.
 

Una "democracia" muy parecida a la nuestra, con una Constitución dictada por militares al igual que en España, aunque existe una gran diferencia entre nuestros militares católicos fascistas y los republicanos laicos turcos. En Turquía fueron los militares quienes instauraron la República y quienes hicieron posible que Turquía fuese un país más o menos laico y "democrático" (en el sentido occidental) integrado en Europa, con muchos matices por supuesto. En España sin embargo los militares sólo han servido para masacrar al pueblo y mantenerlo en la ignorancia además de impedir por todos los medios que tengamos realmente libertad. Pero tampoco es oro todo lo que reluce, los militares contribuyeron a instaurar en el país la laicidad e hicieron de Turquía un país más o menos moderno, evitando así el fundamentalismo religioso, aunque claro, bajo un férreo mandato militar castrador de las libertades individuales, cosa que eclipsaba (y aún lo hace) todo lo demás.
 


¿Qué papel jugarán hoy día los militares? puesto que su poder sigue siendo muy potente, ¿qué hará el estado turco para no ser visto en el resto del mundo como dictatorial? está en juego la entrada de Turquía en la CE, algo que la oligarquía turca lleva muchos años deseando, aunque el pueblo puede que se les resista en vistas de lo que está haciendo la CE con Grecia, Portugal o España. ¿Es esto una simple revuelta o un movimiento real en contra del asesino capitalista occidental y del Imán repartidor de odio? eso está por ver, pero donde seguro que no lo veremos será en TV. Apoyos desde Sevilla a todos los turcos de abajo, su lucha es la de todos los trabajadores honrados del mundo, vosotros sois nuestros compatriotas y no cualquier cerdo fascista español, salud y anarquía para Turquía.
 
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