Perros de pren$A

 

 
Estos perros de prensa que ladran en las tertulias de Tv o rádio, disfrazados de personas razonables y respetables, no son más que esbirros descarados de los amos. Muy bien pagados para sembrar la confusión y convertir una gran mentira en una realidad indiscutible, como en el caso de los recortes y las leyes cada vez más represivas. Son sobradamente conscientes de su impostura, pero las grandes cantidades de dinero que reciben por perpetrar sus atentados orales acallan unas conciencias ya de por sí bastante distraídas. Según puedo comprobar a diario, éstos se ganan su sueldo a pulso, incluso deberían pagarles más, porque cuando hablo con algún vecino casi siempre arguyen los mismos argumentos vistos o escuchados por Tv o rádio y ladrados por estos perros de prensa. Eso del pensamiento crítico o libre pensamiento es, por lo visto, algo tan alejado del ciudadano medio como podría serlo la astrofísica, ¿para qué pensar? ¡qué lo hagan quienes cobran por ello!
 

Los anarquistas nunca se han cansado de repetir que la cultura, el conocimiento del cómo y el por qué de las cosas, es el arma más potente que pueden esgrimir los de abajo, mucho más potente y efectiva que la violencia revolucionaria hacia los que no acatan la doctrina de los impostores marxistas. Sólo así podremos evitar que, por ejemplo, los perros de prensa siembren en terreno abonado, y estoy seguro que es mucho más civilizado impedir que puedan engañarnos al encontrar un solar estéril para hacerlo, que directamente eliminar al que dice cosas que no te gustan, como ladran los dirigentes marxistas que instan al pueblo a la violencia desde sus pulcros despachos. La violencia es muchas veces una necesaria herramienta de la revolución, pero debe usarse como un bisturí, nunca como un hacha, nuestro cerebro es mucho más peligroso, si somos capaces de no dejarnos engañar por nadie que quiera representarnos y vivir de nosotros, los cerdos políticos de partido morirán como peces fuera del agua, ellos se alimentan de la ignorancia colectiva. No debemos nunca olvidar que los asesinos son los que sustentan el Estado, no el pueblo honrado y trabajador.
 
Los que sólo buscan la verdad...

Estos perros de prensa son tan culpables de la situación que vivimos como puedan serlo los políticos de partido de toda ralea u condición, ellos "explican" más y mejor que los políticos la "razón" de todos estos atentados contra el pueblo llamados recortes o reformas, ellos tienen tantas cuentas por saldar con el pueblo como la chusma partidista. Incluso se les llega a llamar "creadores de opinión", cuando lo suyo es trabajar para que sólo su opinión sea la correcta e indiscutible. Enfrentando a unos trabajadores contra otros, defenestrando a los funcionarios para que otros trabajadores no los consideren sus iguales, fomentando el odio entre clases al defender las diferencias sociales cada vez mayores, achuchando a los perros del Estado animal, así se gana la vida esta escoria que no sirve ni para carne picada
 
 
El Cerdito Marhuenda es uno de los más claros exponentes de hasta donde puede llegar el servilismo patético de estos perros de prensa, si además pensamos que este tipejo de aspecto y personalidad despreciables es nada menos que profesor de universidad, nos podemos hacer una idea del país en el que nos ha tocado vivir. No sólo vomita consignas fascistas en la rádio o la Tv, también lo hace desde su puesto como profesor universitario, inyectando odio y desprecio hacia los de abajo en mentes predispuestas a ello por razones genéticas. Esta sabandija inmunda y muchos otros perros de prensa de su misma calaña, siempre nos hablan de excelencia, del gobierno de los "mejor preparados", porque su mente, sucia y rebosante de mierda católica cree profundamente que el pueblo es una turba que debe estar gobernada por los más "listos" y regida por principios morales ultracatólicos, como manda Dios y su puta madre (que al parecer es virgen), eso de la libertad y el derecho a decidir son milongas de la extrema izquierda, según los ladridos de estos despreciables perros de prensa.
 

Todos sabemos por instinto y vivencias diarias que el tener carreras universitarias sólo significa eso, que tienes un papelito en el que dice licenciado en tal o cual carrera, nada más. La cultura no se pesa en función de los títulos patentados por el Estado neonazi, sino por utilizar esos conocimientos adquiridos para el bien común. Para resumir, se pueden tener tres carreras universitarias o estar doctorado, pero si quien ostenta todos esos títulos es un cabrón, de nada sirve tanto conocimiento, es incluso dañido, porque pondrá toda esa técnica al servicio de los que siempre nos pisotearon y siguen pisándonos, en lugar de hacerlo para beneficio de todos.
 

Los periódicos no son más que panfletos al servicio de tal o cual partido, no informan, nos cuentan con cuentagotas lo que puede perjudicar al contrario, nos dicen que ellos sólo buscan la verdad, como el infame Pedro. J, que va de señor respetable pero le gusta vestirse de lencería fina roja y que una prostituta le incruste un consolador talla XXL por donde la espalda pierde su nombre, normal, con la mujercita que tiene no es para menos.
 

Después de haber perpetrado todos los crímenes que se le han pasado por la cabeza, ahora se pide la dimisión de Rajoy, no por haber dejado en la calle a 400.000 familias, no por haberle regalado nuestro dinero a los banqueros, tampoco por haber permitido la estafa de las preferentes a 1.000.000 de personas, se pide su dimisión porque han pillado a uno de los capos del PP y éste nos cuenta todo lo que ya sabíamos, que Rajoy es un ladrón, un mafioso y un mentiroso, ¿hay algo nuevo?. Así que vivimos en un triste país en el cual vale más la palabra de un mangante probado -por más que los perros de prensa se empeñen en llamarle "señor" y "presunto"- que la de todo un presidente del gobierno.
 
Debemos tener claro que estos perros de prensa son tan enemigos nuestros como lo puedan ser los perros del estado y sus colegas militares, igualmente peligrosos. No tienen credibilidad alguna, puesto que se les ve el plumero nada más abrir sus hocicos porcinos, un periodista sin credibilidad es como un un eunuco estrella del porno, no es nada, nada más que un puerco capaz de mentir sin pestañear y a sabiendas de que hace daño, pero nada les importa con tal de mantener su chalet en la playa y pasearse en sus Audis. Ellos también tendrán que rendir cuentas cuando llegue el momento, por cómplices necesarios para poder seguir manteniendo el engaño democrático a base de abusar de la ignorancia patrocinada por el estado. Sois basura, escoria prescindible, no aportáis nada bueno a esta sociedad, alimentáis el odio en los dos bandos mientras vosotros os reís de todos desde vuestra opulencia, sois menos que estiércol, sois perros de prensa.
 

No hay comentarios: