Un país miserable gobernado por miserables

 
 
Hemos pasado del "mi carro es más potente que el del vecino" a "yo al menos como, y no como el vecino", todo ello sin casi darnos cuenta, aunque era de esperar sin necesidad de ser Nostradamus. Siempre han existido tontos y listos, lobos y corderos, pasivos y activos a la hora de dar por culo o recibir, pero en la actualidad la balanza se encuentra absolutamente inclinada hacia la parte de los tontos de profusa baba, elevando así a los "listos" que encuentran terreno abonado para sus crímenes "por el bien de todos".
 
Cuando en la construcción se cobraban 2000 o 2500€, incluso más, en puestos que no mucho antes se cobraba bastante menos, parecía (según una amplia mayoría de imbéciles) ser un acto de bondad por parte de los amos... ¡Já! Nadie se preguntaba por qué en su nómina siempre aparecía mucho menos dinero del que cobraba, a nadie parecía importarle que se estuviera cobrando más en negro que en legal, lo que importa es trincar. De esta manera el gran capital se ha hecho más poderoso que nunca, todo ello con la inestimable colaboración del currito de a pie que sonríe con unas cuantas migajas más.
 
 
Pongamos que en una obra puedan estar currando 200 obreros, si cada uno de ellos cobra unos 1000€ al mes en B ya tenemos blanqueados 200.000€ en sólo treinta días, si esto lo aplicamos a los cientos de miles de obras que han horadado nuestra tierra, podemos imaginar la dimensión del desfalco. Como último insulto a la inteligencia y dignidad humanas todos debemos estarles agradecidos a los honorables constructores que dan trabajo y crean riquezas.
 
En todas las obras se trabajaban horas extras que nunca eran reflejadas en las nóminas, cientos de miles de euros eran blanqueados cada día, horas extra a cambio de dinero negro, de esta manera se transformaba en horas de trabajo el dinero que no puede justificarse. Gran parte de las construcciones que se hicieron durante la llamada burbuja inmobiliaria -aunque prefiero llamarla la estafa inmobiliaria- fueron financiadas a base del dinero de la venta de drogas, la prostitución o el tráfico de armas, la Cosa Nostra ha quedado como un juego de niños comparada con la Cosa Nuestra, Corleone es un pringao al lado de Blesa, Rato o Bárcenas.
 
Estamos trabajando en ello...
¡España va bien! decía el asqueroso falangista Aznar. Antes de el cambio de moneda había que sacar a la superficie todo el dinero negro que escondía el fascio español. No se pueden cambiar pts negras por euros blancos, ¿solución? la construcción, untamos un poquito a todos y nos llevamos tranquilamente la parte del león. A nadie se le ocurría cuestionar el "milagro económico español", los pisos seguirián subiendo su precio hasta cotizarse por su peso en oro. ¡Currito, tú también puedes tener un Audi y chalet en la playa!, ¡confía en nosotros, España va bien coño!. Y así un miserable como Aznar consiguió ganar las elecciones por segunda vez y con "mayoría absoluta "cosa lógica en un país miserable y amante de sus cadenas. Al final este indecente tuvo que irse por la puerta de atrás, dejando como legado 200 muertos en los atentados del 11-M, daba la sensación que semejantes sabandijas inhumanas nunca gobernarían más nuestras vidas...y Rajoy ganó con "mayoría absoluta", cosa lógica en un país miserable gobernado por miserables.
 
Marca España
 

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