Subvencionamos a nuestros verdugos pagando impuestos



La chusma gobernante grazna que debemos ser emprendedores, que debemos buscarnos las habichuelas por nuestra cuenta, sin esperar nada a cambio por pagar religiosamente impuestos usureros; ni educación de calidad, ni sanidad pública, ni nada, a pagar como al señor feudal de antaño, el que sólo tenía que rendir cuentas a quienes estuvieran por encima suyo. Nuestros impuestos sustentan a la máquina represiva e impositiva del Estado. Con ellos subvencionamos a  los maderos que nos apalean por exigir lo que nos pertenece por derecho de nacimiento, una vida digna de ser vivida.

Los impuestos que todos pagamos sí o sí (que como su propio nombre indica, son algo impuesto, nunca voluntario) sirven para mantener bien rollizos a la podredumbre parlamentaria; los verdugos pagados por todos, una casta parasitaria de los de su propia especie.

Los impuestos que todos pagamos sí o sí sirven para pagar a los cuervos judiciales que dejan en libertad a Blesa o Rodrigo Rato, pero no dudan a la hora de condenar inmisericordemente a chavales cuyo execrable delito consiste en vender un par de papelinas para así pagarse su propia dosis. Con el esfuerzo de nuestro trabajo damos una vida regalada a toda esta casta togada al servicio del dinero, nunca del pueblo y la justicia moralmente aceptable para las personas de bien.

Con los impuestos que todos pagamos sí o sí subvencionamos las borracheras de sus "señorías" en el bar del parlamento. Con esos mismos impuestos subvencionamos a la miserable curia española, y bien gorditos que están los muy jodidos. También pagamos los safaris reales, concubinas del rey crápula o palacetes de infantas corruptas e imbéciles. Todos estos gastos son pagados por los de abajo, las víctimas subvencionamos el aparato represor que nos pisotea, ya sea a manos de falangistas o nacional socialistas.

Ahora, en estos tiempos de corrupta crisis, los de arriba exigen sacrificios a los de abajo y grandes ganancias para ellos. Podríamos hacer un sacrificio sí, pero al estilo maya y con unos cuantos políticos, jueces, periodistas y policías, yo desde luego que me apuntaría a tal sacrificio, pero si el sacrificado soy yo va a ser que no, aún tengo que vivir unos pocos años más para seguir molestando a quienes no nos dejan vivir. Lo que deben las empresas privadas es cosa de todos al parecer, no tenemos más alternativa que subvencionar al explotador, porque la chusma falangista ladra constantemente que los empresarios son los creadores de riqueza, cuando sólo son parásitos caníbales. Si seguimos subvencionando a explotadores, políticos corruptos que atentan contra el pueblo, policías dementes o jueces más que imparciales, nunca saldremos de esta jaula en la que ya nos han encerrado y de que sólo nosotros tenemos la llave.

No hay comentarios: