El PP encarcela y la "oposición" calla



Ahora que todos los autodenominados políticos de izquierda hablan grandilocuentemente de la unidad popular, del poder real del pueblo, comienzan a surgir partidos políticos por doquier, cual setas en un soleado día de noviembre. Todos y cada uno de ellos cuentan en sus filas con los "mejor preparados", los más honrados, los más auténticos, todo lo que sea necesario para ganar tu confianza a distancia, ya sea por medio de la TV, la radio o internet. Todos estos nuevos partidos, si realmente quisieran la unidad, no confundirían al personal dividiéndolo en rebaños, puesto que el destino de todos esos rebaños es el mismo, ser carne para la picadora estatal, por lo que poca importancia tiene quien sea el que te enseñe el camino. 

Ninguno de todos estos nuevos partidos, ninguno, (por supuesto que hablo de los supuestamente de izquierdas) ha tenido ni una sola palabra de apoyo para los presos políticos encerrados a manos del PP. Esto es algo absolutamente nuevo en la ancestral historia de lucha habida en Iberia entre reconquistadores y súbditos; quienes dicen aspirar a ser representantes de las centenarias reivindicaciones sociales de los obreros españoles, miran hacia otro lado cuando se golpea, tortura y encierra por el simple y efectivo hecho de implantar el terror estatal. Todavía se está esperando una condena rotunda y conjunta contra el PP en el Congreso por parte de los partidos que aun tengan alguna decencia, por encerrar injustamente a manifestantes, sindicalistas y anarquistas, con el claro ánimo de implantar el terror estatal, una denuncia a nivel internacional para dar a conocer a todo el mundo cual es la manera en la que España vuelve a convertirse en un Estado fascista enemigo de su pueblo. 


Nuestra añeja derechona mantiene su larga tradición carcelaria, cuando no puede responder convincentemente a quienes contestan, se les encierra y ya se les pasarán las ganas de pensar demasiado. Para esta piara heredera de asesinos y ladrones; los obreros han venido a este mundo para trabajar y callar, nunca para contestar, eso es pecado mortal. Sin embargo, ellos sí que pueden robar, engañar o matar sin que ello suponga incurrir en pecado, y si así fuera o por alguna razón inexplicable, tuviesen algún atisbo de culpa, rápidamente el socerdote los absolverá de todos sus pecados (previo paso por el cepillo, que el Rioja no es sangre de Cristo que se autorreplica en el cáliz precisamente...) Así que nos encontramos con un montón de personas no ya inocentes, sino de una gran generosidad, dispuestas a arriesgar su libertad si es necesario para mejorar sus vidas y las de todos nosotros, mandadas a la cárcel sin que ningún politicucho de esos que dicen querer representar a los trabajadores de un puñetazo en la mesa pidiendo justicia; ahora, ya, no ¡mañana! Mientras tanto, todos los culpables de la ruina económica en la que mal vivimos, resultan inocentes a ojos de los jueces.

Durante el Bienio Negro de la II República, las derechas mandaron a decenas de miles de obreros y campesinos a las cárceles, destrozaron los tímidos avances conseguidos durante el bienio republicano-socialista, colocaron en cargos clave a militares sediciosos y deseosos de medrar a costa de pisotear a quienes juraron (con la mano sobre La Biblia, ese libro que tanto dicen respetar) proteger incluso con sus vidas llegado el caso. En nuestros días, nos enfrentamos a un retroceso no ya de dos años, sino de 50 al menos, gobiernan los hijos y nietos de quienes asesinaron o condenaron a una vida de esclavitud silenciosa a nuestros padres y abuelos, son más ricos y poderosos que nunca antes, puesto que acumulan siglos de latrocinio impune y cuentan con un ejército capaz de imponer el "orden" en cuestión de segundos, cuyo jefe supremo (el Borbón de turno) es heredero directo del Cabronsísimo, nudo gordiano de aquello que tan bien atado dejó el criminal de la gorra.

Antes de las elecciones generales de febrero del 36, todos los partidos de "izquierda" se comprometieron a aprobar una amnistía general para los presos políticos encerrados durante el Bienio Negro. Este fue uno de los principales motivos por los que algunos anarquistas votaron o no pidieron la abstención con toda la contundencia habitual en ellos, simplemente por solidaridad hacia los compañeros presos; cosa nada extraña, puesto (y creo que en esto coincidiréis conmigo) el bien más preciado para cualquier anarquista es la libertad. 

Además de los partidos políticos situados a la izquierda e incluso al centro del arco parlamentario, los sindicatos tampoco se quedaron a la zaga a la hora de exigir a los partidos del Frente Popular un compromiso sin peros para  liberar a todos los presos víctimas de la reacción fascista. CNT y UGT jugaron un papel imprescindible de ariete obrero ante las posibles (y previsibles) resistencias de sus señorías parlamentarias, exigiendo el inmediato cumplimiento de la amnistía nada más conocerse los resultados electorales. 

En nuestros días, los partidos políticos autodenominados de izquierdas y obreros, así como UGT-CCOO, raramente se acuerdan de las personas presas por el Estado autoritario del PP, cuando lo hacen es porque les tocan a uno de ellos, y de los que no votan y piden no votar no quieren saber absolutamente nada. Ninguno de todos estos partidos que piden sonrientemente el voto al obrero, han incluido en sus tan cacareados programas ni siquiera un renglón atendiendo a esta injusticia a ojos vistas para todo aquél que quiera ver. Ya no es que se pida la amnistía para todas estas personas injustamente vejadas y encerradas, sino que ni siquiera se comprometen a revisar todas estas sentencias que nunca debieron dictarse.

Mucho hemos andado para al final terminar en el punto de partida; todo el sufrimiento, todas las luchas, toda la sangre, todo el sudor, la memoria de tantas personas que dieron su vida para mejorar la de todxs, suenan como una lejana letanía cuando nos asomamos a la ventana y contemplamos el paisaje urbano del S. XXI; cementerio para lxs vivxs, insultante opulencia rodeada de denigrante miseria, tecnología punta a precio de saldo y tomates a 3€ el kilo. 

¡No más presxs! ¡Salud y Libertad!

Sigan sonriendo...

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