El marqués y la esvástica. Rosa Sala Rose - Plácid García Planas [epub]



Hotel Ritz, obligatorio vestir de etiqueta. Ideado por Alfonso XIII y supervisado por César Ritz en persona, este hotel nació para albergar a contadísimos mortales. No admitían a actores ni toreros, y hasta 1975 prohibió la entrada a mujeres con pantalón. Traen el segundo plato, vieiras frescas a la plancha sobre sopa de guisantes y nieve de Idiazábal.

Estamos ante uno de los premios de periodismo mejor pagados del mundo: 30. 000 euros. Un premio a la altura de Ruano, «el último escritor vestido de escritor y viviendo en escritor que quedaba realmente en Madrid», como lo definió su discípulo Francisco Umbral. Un prosista, añadía, que «sabía ver más allá de lo que se ve». Y quizá por ese saber ver más allá de lo que se ve, las bases del galardón dicen que se concederá «atendiendo a la calidad literaria de los artículos y a su interés general como reflejo de algún aspecto de la realidad viva de nuestro tiempo».

Café, infusión y mignardises… La cena de gala llega a su fin. Los invitados se van levantando, el Salón Real se vacía y aprovecho para acercarme al galardonado.

—Hola, señor Edwards. Soy periodista. ¿Ha leído usted alguna vez a César González-Ruano?

—Pues… no… La verdad es que no —responde sorprendido.

—Es que le traigo un artículo que escribió… —Busco el folio doblado en el bolsillo de mi esmoquin cuando irrumpe una mujer algo mayor, arregladísima, que toma al escritor chileno del brazo y se lo lleva… «Vamos a tomar una copa al Wellington, Jorge».

Y me quedo en el Salón Real con el artículo en las manos. Un artículo en el que Ruano habla del amor. Intensamente. Con toda la intensidad de la destrucción… Es un encendido elogio de la ley ratificada ese mismo día por el Führer, una ley que prohibía el matrimonio entre judíos y alemanes puros, que prohibía incluso el acto de amor carnal. Aunque se atrajesen con toda la fuerza de un colapso cósmico.

«Se impone por fin como bandera del imperio la bandera de la cruz svástica, que es el símbolo más rotundo del antimarxismo, del nervio antisemita», escribía Ruano. «Son [la prohibición de los matrimonios y la práctica del sexo entre arios y judíos] evidentes leyes de protección de la sangre y del honor nacionales. […] La tierra del Tercer Reich es la primera que, con un acento liberador y espiritual frente al sórdido materialismo de la economía marxista y el negocio judío, se alza contra la antieuropa».

Desaparece el escritor con su galardón y, reflejado en el gran espejo del Salón Real, me parece ver a Charles Frédéric Mewès, el hombre que diseñó este salón y este hotel, la caja que ha envuelto el premio de esplendor. Al arquitecto del Ritz de Madrid, pienso guardando el texto en mi esmoquin, también le habrían prohibido hacer el amor. Era judío.

(Texto copiado del libro "El marqués y la esvástica" de Rosa Sala Rose & Plàcid García-Planas) Descargar



En esta esperpéntica España que nos toca padecer, los falangistas campan a sus anchas sin ningún desprecio por parte de sus conciudadanos; muy al contrario, como podemos comprobar en este caso. Uno de los premios literarios mejor dotados del mundo lleva el nombre de un crápula irredente, ferviente nazi y pluma al servicio del fascio español, italiano y alemán. Veamos algunos de los rebuznos que perpetraba este ser despreciable en todos los aspectos, pero que en nuestros días goza de gran reconocimiento literario con la venia de los supuestos intelectuales patrios. 

«Nunca vi el oro de las derechas. Ni entonces ni luego. No sé si el oro de Moscú será como el oro de las derechas españolas: un poco de cobre roñoso sin ninguna comprensión ni amor por las plumas que las hemos defendido».

Se quejaba del pobre pago recibido por sus sucios servicios; él que siempre fue un acérrimo esbirro de Goebbels, Franco y Mussolini, el muy cerdo pretencioso con aires de marqués. En febrero de 1934, Berlín envió a su embajada en Madrid quinientos folletos —traducidos al español— de un discurso de Ernst Röhm, ministro del Reich y jefe de las brutales SA, para que Ruano los difundiera «de manera adecuada». Publicó el resultado en el diario madrileño La Nación firmando como Pedro de Agüero, uno de sus dos seudónimos.

El mensaje de Röhm, escribía Ruano en su artículo, «trae hasta los afanes del conocimiento español vientos de cordura elástica, aires de poesía y verdad, meciendo la cruz svástica ante los ojos atentos, proyectando una cinta que pudiera muy bien titularse Alemania explicada»… «Bulle [en la Alemania nazi] una insobornable pasión de acentos de poesía y de afanes de autenticidad en el estilo de aquel mundo neogótico en la que el nacionalsocialismo es una conclusión fatal y salvadora de las esencias fundamentales»… «Las enseñanzas [del discurso de Röhm] tienen para la indecisión española una importancia excepcional».

Ruano en 1932
Cuatro meses después, la «cordura elástica» y los «aires de poesía y verdad» que Ruano veía en el ministro paramilitar implosionaban con extrema violencia: Röhm y sus incontrolables SA eran masacrados en la Noche de los Cuchillos Largos por el propio Führer, que aprovechó los cuchillos —y la nocturnidad para cargarse a otros que no eran nazis. Pero a Ruano, con tal de seguir instrucciones y pasar por caja, eso le resbalaba.

La memoria de esta sabandija despreciable, este crápula de antología y criminal de guante blanco, es recordada y homenajeada nada menos que con un premio de 30. 000 € que lleva su nombre, y que además premia el periodismo de calidad. Esto es toda una afrenta, todo un escupitajo hacia la poca dignidad que aun resiste en el periodismo español, una muestra más del país de paletos y retrógrados en el que nos ha tocado vivir y combatir. Ruano representa a la alimaña que solamente busca su propia supervivencia aunque esta sea a costa del sufrimiento ajeno, el advenedizo sin escrúpulos, el oportunista cuya moral camaleónica se adapta al medio donde medra.

Gracias a este libro que comparto ahora con todas las personas que leen este "artículo" sobre él, se ha podido acabar con la infamia que representa un premio de periodismo que lleva el nombre de una persona que no merece más que desprecio y que la justicia histórica lo tilde de criminal sin principios morales ni humanidad alguna, por más que su pluma haya intentado florear toda una vida de crápula irredento y criminal sin conciencia.

Igualicos que Morticia y Gómez Addams oigan

El ejemplo de Ruano es tristemente, solo un pequeño ejemplo de la piara fascista que sigue ostentando insignes nombres en pleno S. XXI. Él ha sido desenmascarado, aunque pocas son las personas conscientes de ello, esto es un motivo más que sobrado para compartir con vosotrxs este libro. Puede que como a mí mismo, encontréis en este libro cosas que no os agraden demasiado o que cuya opinión no compartáis, pero ningún libro de Historia se ha escrito a gusto de todos, excepto los  grandes exitos, claro. Pero siempre que comparto un libro es porque antes lo he leído y creído que merece la pena ser compartido, y este es uno de esos libros que merecen ser leídos para conocer no solamente el expediente criminal de Ruano, también nos muestra aspectos de la época que no suelen ser recogidos en otros escritos. Espero que os sirva para comprender la sinrazón que nos ha tocado vivir, con periodistas nazis que ostentan nombres de reconocidos premios de periodismo y el fascista Rajoy de presidente con mayoría absoluta, gracias a la inconsciencia de todxs los eletorxs. 


Semana Internacional de Solidaridad con lxs Presxs Anarquistas (Del 23 al 30 de agosto)


En el verano de 2013 los miembros de varios grupos la C.N.A. (Cruz Negra Anarquista) discutieron la necesidad de introducir un Día Internacional de los Presos Anarquistas. Dado que hay fechas ya establecidas como el Día de los derechos de los Presos Políticos o el Día de la Justicia en prisión, nos pareció importante destacar también las historias de nuestros compañeros. Muchos anarquistas encarcelados nunca serán reconocidos como “presos políticos” por organizaciones formales de derechos humanos, debido a su sentido de la justicia social se limita estrictamente a las leyes capitalistas que están diseñados para defender el Estado y prevenir cualquier cambio social real. Al mismo tiempo, incluso dentro de nuestras comunidades individuales, sabemos muy poco acerca de la represión que existe en otros países, por no decir nada, de los nombres y los casos de muchos de nuestros compañeros encarcelados.

Es por ello que hemos decidido introducir una semana anual para los presos anarquistas del 23 al 30 agosto. Elegimos el 23 de agosto como un punto de partida, porque en ese mismo día en el año 1927 los anarquistas italianos Nicola Sacco y Bartolomeo Vanzetti fueron ejecutados en la cárcel. Fueron declarados culpables de asesinar a dos hombres durante un robo a mano armada en una fábrica de zapatos en South Braintree, Massachusetts, Estados Unidos. Su arresto fue parte de una campaña anti-radical más grande liderado por el gobierno estadounidense. Las pruebas del Estado contra los dos era casi totalmente inexistentes y muchas personas todavía creen hoy que fueron castigados por sus fuertes convicciones anarquistas. 

Dada la naturaleza y la diversidad de los grupos anarquistas de todo el mundo, hemos propuesto una semana de acción común en lugar de una sola campaña en un día específico, haciendo más fácil que los grupos sean capaces de organizar un evento dentro de un horizonte de tiempo. Por lo tanto, hacemos un llamado a todos a difundir la información sobre la Semana de Presos Anarquistas entre otros grupos y comunidades y pensar en la organización del evento (s) en su ciudad o pueblo. Los eventos pueden variar de acciones informativas en las noches, proyecciones y conciertos benéficos para la solidaridad y la acción directa. Deja que tu imaginación vuele libremente.


Fuente del texto:

http://www.portaloaca.com/articulos/anticarcelario/9210-23-al-30-de-agosto-semana-de-movilizacion-internacional-por-los-presos-anarquistas.html


Hannah Arendt. [Descargar película por torrent]





Hannah Arendt es una película biográfica dramática de origen germano-luxemburgués-francés creada en 2012; basada en la filósofa judía-alemana y teórica política Hannah Arendt, dirigida por Margarethe von Trotta y protagonizada por Barbara Sukowa.1 Fue distribuida por Zeitgeist Films en Estados Unidos, donde abrió cines el 29 de mayo de 2013.2 3

La película de la directora alemana Von Trotta se centra en la respuesta de Arendt sobre el juicio del ex-nazi Adolf Eichmann, que cubrió para The New Yorker en 1961. Sus escritos sobre el juicio se convirtieron en polémica por la descripción de Eichmann y los consejos judíos, y por la introducción del ahora famoso concepto de "la banalidad del mal" de Arendt.

Hannah Arendt es el retrato de la filósofa alemana, en un momento crucial para su carrera y vida. Ella cubrió para "The New Yorker" el juicio del ex-nazi Adolf Eichmann. Sus escritos acerca del juicio causaron un gran revuelo y controversia, por la descripción de Adolf y las acciones de los líderes judíos durante el holocausto. Durante esta época ella luchó contra las criticas a su escrito y contra 'demonios internos' provenientes de su “época obscura”.



La película captura a Arendt en uno de los momentos más importantes de su vida y su carrera, también cuenta con representaciones de otros destacados intelectuales, entre ellos el filósofo Martin Heidegger, la novelista Mary McCarthy, y el editor neoyorquino William Shawn.

La película abre con la captura de Eichmann en América del Sur. Se revela que él se escapó a través de la "línea de ratas" y con documentación falsa. Arendt, ahora profesora en Nueva York, se ofrece voluntariamente para escribir sobre el juicio para The New Yorker. Al observar el juicio, queda impresionada por lo ordinario y mediocre que parece Eichmann; pues ella esperaba a alguien aterrador, un monstruo. En una conversación se plantea la historia de Fausto donde se menciona que Eichmann no es de ninguna manera un Mefistófeles. Al regresar a Nueva York, Arendt tiene montones enormes de transcripciones que pasar; su marido con un aneurisma cerebral, casi moribundo, la demora más de lo esperado. Ella sigue luchando con cómo Eichmann racionalizó su comportamiento a través de planteamientos comunes como la lealtad burocrática, y el cumplimiento de su trabajo.

Cuando finalmente su material es publicado, se crea inmediatamente una enorme controversia, dando lugar a llamadas telefónicas amenazadoras y un enfrentamiento con su viejo amigo, Hans Jonas. En una noche en la ciudad con su amiga, la novelista Mary McCarthy, ella insiste en que está siendo mal interpretada y que las críticas (que la acusan de "defender" a Eichmann) son de individuos que no han leído su obra. Arendt es rechazada por muchos colegas y antiguos amigos. La película cierra con un discurso final que da frente a un grupo de estudiantes, en donde afirma que el juicio estaba tratando un nuevo tipo de delito que no existía previamente. Un tribunal tuvo que definir a Eichmann como un hombre juzgado por sus actos; no era un sistema o una ideología la que estaba en juicio, sólo un hombre. Eichmann era un hombre que renunció a todas las cualidades de la personalidad, demostrando que el gran mal fue cometido por un "don nadie" sin motivos o intenciones; lo cual Arendt nombra como "la banalidad del Mal".

(Texto de Wikipedia)



Descargar película

Diario de Bergen-Belsen. Hanna Lévy-Hass [epub]



«Si esto se prolonga un mes más, no creo que ni uno de nosotros logre salvarse.» 

Con estas palabras termina el diario que Hanna Lévy-Hass empezó a escribir un día de agosto de 1944 en el campo de concentración de Bergen-Belsen. Ella, una humilde maestra en quien coexistían sentimientos y vivencias en tanto que yugoslava, judía y comunista, alguien para quien cualquier lucha por la libertad era sentida como algo muy cercano y principal, en definitiva, una mujer que creía que el proceso histórico, la voluntad de las personas y la actividad consciente de éstas conducirían finalmente a una sociedad justa e igualitaria, había sido despojada de todo, humillada y vejada como ser humano. 

Mujeres en Bergen-Belsen

Y, aun cuando era consciente de cómo la bestia nazi intentaba reducirla día tras día a un estado animal, rodeada de rostros en los que podía leer el terror, el hambre y un miedo cerval, sacó fuerzas de flaqueza para no sucumbir a la desazón y conservar la dignidad que le permitiera seguir siendo ella misma. 

Consiguiendo pedazos de papel aquí y de allá, Hanna Lévy escribió el Diario de Bergen-Belsen cuando, según las palabras de su hija Amira Hass -la única periodista israelí que reside en Gaza y Cisjordania y que ha prologado la versión castellana del Diario, «todavía tenía la esperanza de que el mundo futuro sería un mundo mejor. Aquella escritura tenía sentido como testimonio y memoria para la construcción de “un mundo que sería bueno”».

Bergen-Belsen

BB. 19.8.44. Aquí se hacina gente de diversas capas sociales, pero predomina el tipo pequeñoburgués. También se da el capitalista típico, un tanto decadente. En general, todos manifiestan un comportamiento mezquino, egoísta y poco generoso. De ahí los interminables roces y conflictos. Y, para colmo, no falta algún que otro religioso intransigente.

La atmósfera es irrespirable. El hecho de que hayamos sido deportados aquí desde los rincones más diversos del mundo, y que se oigan más de veinticinco lenguas, no sería lo peor, si al menos estuviéramos unidos por una clara conciencia común. Pero no es así. Esta masa humana es heterogénea. Está hacinada a la fuerza en este exiguo espacio de tierra húmeda y polvorienta, obligada a vivir en las más humillantes condiciones y a soportar las más brutales privaciones, de modo que todas las pasiones y debilidades humanas se han desatado y revisten en ocasiones formas salvajes.

¡Qué vergüenza! ¡Qué triste espectáculo! Unos seres unidos por una miseria común que no se toleran y a cuya desventura objetiva hay que añadir su falta de conciencia social, su ceguera mental y las incurables enfermedades del alma en soledad. Algunos instintos egoístas han hallado aquí el terreno ideal para echar raíces hasta lo grotesco. Sería un error generalizar estos problemas. Pero los nobles valores individuales que se adivinan en algunos, su honestidad moral e intelectual, permanecen ocultos, impotentes.

Bergen-Belsen

BB. 26.8.44. Hay algo que me desconcierta profundamente, y es ver que los hombres son mucho más débiles, menos resistentes que las mujeres. Física e incluso, en muchos casos, moralmente. No saben dominarse y con frecuencia manifiestan una penosa falta de valor. En sus caras y gestos, el hambre provoca expresiones mucho más alarmantes que en los de las mujeres.

Muchos de ellos no saben, no quieren o son orgánicamente incapaces de controlar su estómago. Lo mismo pasa con la sed o el cansancio, con sus reacciones físicas a las privaciones más básicas. Carecen de fuerza para adaptarse con dignidad. Algunos tienen un aspecto tan lamentable que su desdicha es aún más penosa para el que los observa. En otros, su falta de disciplina es tal que raya con la maldad, con la avaricia no disimulada, con una deslealtad absoluta hacia sus semejantes, en medio de los mayores sufrimientos y desgracias comunes.

¿Será así todo el género masculino? No es posible. Cómo va a serlo… ¿Y esos hombres que se muestran fuertes ante todo tipo de pruebas, que saben sufrir y callar con dignidad en la lucha, calmar y doblegar sus instintos porque les guían unos móviles mucho más elevados y humanos que el estómago y otras necesidades puramente físicas? Ni que decir tiene que el espectáculo al que ahora asisto no es sino una prolongación natural del pasado de sus protagonistas. En la mayoría de los casos, el único problema son sus cuerpos, demasiado acostumbrados a satisfacer sin restricciones sus más bajos instintos, a mimar y llenar sus estómagos.

Bergen-Belsen

BB. 6.9.44. De nuevo ha vuelto la caza a los obreros. Sacan a los hombres de los barracones, violentamente, a puñetazos, a porrazos, a patadas. ¡Todos fuera! Raus! Hombres, mujeres, ancianos, jóvenes, enfermos o sanos, da igual. Antreten! ¡A formar!, en filas de cinco. Nos cuentan como el ganado, e incluso peor, porque a nadie se le ha ocurrido jamás verter sobre los animales tanto desprecio, tantos insultos, tanto ultraje… Y así, con Marsch! y Los!, es como se conduce al nuevo contingente de mano de obra. Es repugnante. ¿Hay alguien en este mundo comparable a la bestia nazi en bajeza y perversidad, en el arte de aniquilar al ser humano, física y moralmente? ¡Qué canallas!

No lejos de aquí, a unos quinientos o setecientos metros, se divisa claramente un pequeño campo aislado, rodeado de alambradas. En él están internados unos centenares de judíos húngaros. Pero ¡prohibido acercarse! Se comenta que reciben paquetes de comida del extranjero. Es un Sonderlager (campo especial), nos dicen los alemanes. «¿Judíos?», les preguntamos. «Sí». «Entonces —insistimos—, ¿por qué es un Sonderlager?». «Weil die haben spezielle Papiere» (porque tienen documentación especial), es la respuesta. Curiosa.



Propaganda y publicidad nazis en España durante la segunda guerra mundial. Carlos Velasco Murviedro


Philipp Mimkes, de la Coalición contra los peligros de BAYER declaró:

«Miembro del tristemente célebre IG Farben, BAYER estuvo involucrado en los crímenes más crueles de la historia de la humanidad: una filial proporcionaba el Zyklon B para las cámaras de gas, la compañía construyó también una fábrica gigante en el mismo campo de Auschwitz. La empresa incluso administró su propio campo de concentración, donde albergaba a los trabajadores esclavos. Decenas de millares de personas murieron allí.»

A pesar del título de este trabajo, lo cierto es que el período exacto en que la propaganda nazi propiamente dicha se extendió en nuestro país fue mucho más concreto y menor en extensión: los casi tres años que van desde comienzos de 1941 hasta finales del 43; ambas fechas no son, a nada que se analice, fortuitas, ni mucho menos, pues la primera coincide con el auge y extensión militar de Alemania por Europa y parte de África, mientras que en el año 1943, si aún no está clara y definida la fecha de la derrota de ios germanos, sí está ya echada la suerte de la guerra, y ésta no es desde luego favorable a éstos, por lo que el esfuerzo propagandístico devino cada vez más superfluo. 

EL «GENIO ALEMÁN»: ALGUNOS EJEMPLOS

La serie de anuncios que a continuación se incluyen son un perfecto ejemplo de la propaganda bien entendida, que con sus esquemas centrales tan simples como efectivos (inventos de muchas cosas, fabricación de máquinas, artefactos complicados, puesta en marcha de complejas instalaciones, perfección y calidad de sus productos, etc.), favorecían la aceptación de esa idea tan extendida (como en gran parte válida) de que «lo alemán» es signo de garantía, calidad, fortaleza, acabado, perfección, etc., que prácticamente fue admitida por todos los países, y que aún dura en nuestros días.

Los Productos fabricados en Alemania

Un primer subgrupo de ellos (cuatro en total), se refieren en sus títulos a ciertos «Productos» alemanes. El primero se refiere a cómo «los colorantes alemanes triunfaron en los mercados del mundo sobre los colores naturales». Según ellos esto, más que un negocio, era concebido como «una especie de misión cultural», y al final del texto hacían unas reflexiones sobre los colores que, aunque buscando evidentemente «la venta» del producto, son todo un prodigio de sensibilidad y medida:

"El amor al color es dinamismo, tendencia positiva hacia las cosas. En lo sin color se manifiesta decadencia de los sentimientos...». 

O también:

"Los colorantes de Alemania con su indeleble esplendor, unen a todos con la alegría que del color emana y que al color tiende». 

«Los motores alemanes iniciaron la motorización del mundo», y hoy valen para todo, «tanto en tiempos de guerra como en tiempos de paz», y tanto para el transporte como para el «cultivo de la tierra»; en cualquier caso, y como se explícita bien claramente, el momento bélico destacaba con nitidez: 

«Las más graneles empresas guerreras que conoce la historia se realizaron con motores alemanes». 

Como aspecto general que impregnaría todo el trabajo, conviene resaltar la mixtura conceptual entre lo propagandístico y lo publicitario: «ideas» y «productos» van de la mano en los anuncios nazis, mezclando el enfoque ideológico y económico en ellos, y ayudándose mutuamente a la hora de tratar de convencer de unas ideas políticas determinadas (la bondad de una Europa unida —leáse dominada— bajo la hegemonía germánica), o de unos productos y técnicas concretas (los que eran fruto del genio alemán), todo ello mezclado para apoyar la «idea» global de la bondad de todo lo que fuera alemán.  



Descargar texto completo






Cartas a un amigo alemán. Albert Camus [Pdf & epub]


Prólogo a la edición italiana

Las Cartas a un amigo alemán se publicaron en Francia tras la liberación, en tirada muy Restringida, y no volvieron a reimprimirse. Siempre me opuse a que se difundieran en el extranjero por los motivos que más adelante expondré.

Es la primera vez que aparecen fuera del territorio francés y me he decidido a ello movido por el ánimo de contribuir, siquiera mínimamente, a que caiga un día la estúpida frontera que separa nuestros dos territorios.

Pero no puedo dejar que se reimpriman estas páginas sin explicar lo que son. Fueron escritas y publicadas en la clandestinidad. Se proponían esclarecer un poco el ciego combate en que estábamos embarcados y hacerlo así más eficaz. Son escritos coyunturales, y, por lo tanto, puede traslucirse en ellos un tono de injusticia. Para escribir sobre la Alemania vencida, habría que utilizar un lenguaje un poco diferente. Pero me gustaría antes salir al paso de un posible malentendido. Cuando el autor de estas cartas dice «ustedes», no quiere decir «ustedes, los alemanes», sino «ustedes, los nazis». Cuando dice «nosotros», no siempre significa «nosotros, los franceses» sino «nosotros, los europeos libres». 

Contrapongo con ello dos actitudes, no dos naciones, por más que esas dos naciones hayan encarnado, en un momento determinado de la historia, dos actitudes enemigas. Si se me permite utilizar una frase que no es mía, amo demasiado a mi país para ser nacionalista. Y sé que ni Francia ni Italia perderían nada —más bien al contrario— abriéndose a una sociedad más amplia. Pero distamos todavía de eso y Europa sigue desgarrada. Por eso me avergonzaría hoy dar a entender que un escritor francés pueda ser enemigo de una nación. Sólo aborrezco a los verdugos. El lector que quiera leer las Cartas a un amigo alemán bajo esa perspectiva, o sea, como un documento de la lucha contra la violencia, admitirá que pueda afirmar ahora que no reniego de una sola palabra de ellas.




La deseada búsqueda del Mossad. [Documental de Gaby Weber]



El docudrama de la emisora alemana NDR, "El fin de Eichmann - amor, traición y muerte", recibió muchos lauros en todo el mundo. Cuenta el trágico amor de Romeo y Julieta del siglo XX: Romeo es Klaus, hijo del criminal de guerra nazi Adolf Eichmann, quien el Mossad pretende haberlo secuestrado desde Argentina en 1960, y Julieta es Silvia, hija de  Lothar Hermann, sobreviviente de la Shoá (genocidio judío). El docudrama premiado es desinformación, protesta Liliana, sobrina nieta de Lothar Hermann, una mentira del Mossad. 

El documental de Gaby Weber describe como en el caso Eichmann los historiadores primero copiaron al Mossad y después entre ellos. Es la perfecta "historia deseada" que le gusta al alemán: apenas nueve años después de la Segunda Guerra Mundial otra vez las muchachas judías se enamoran de el macho ario. También queremos creer que el supuesto secuestro de Eichmann fue llevado a cabo gracias a una operación audaz, de manera que se pudiese llevar a uno de los mayores criminales de la historia ante la "justicia". Mala suerte, puesto que al parecer tampoco es verdad.


The Eichmann Show. [Descargar película por torrent]




The Eichmann Show es uno de los proyectos encargados por la BBC para conmemorar el 70 aniversario de la liberación del campo de concentración nazi de Auschwitz. La película revisa el juicio televisado del ex oficial nazi Adolf Eichmann que tuvo lugar en 1961. Eichmann fue ahorcado en 1962 después de haber sido declarado culpable de crímenes contra la humanidad. 

Descrito como el “juicio del siglo”, este evento se mostró en la televisión de 37 países y fue la primera vez que el horror de los campos de concentración era relatado en directo por sus víctimas.



Lore [Descargar película por torrent]




Corre la primavera de 1945, y el ejército alemán se derrumba por momentos. Las fuerzas aliadas están entrando por todo el país, y así, con sus padres ausentes y el Tercer Reich desmoronándose, la joven Lore (Saskia Rosendahl) decide llevar a sus cuatro hermanos 500 kilometros a través de Alemania hasta un lugar seguro en casa de su abuela, en el Mar del Norte... Adaptación de la novela 'El cuarto oscuro', de Rachel Seiffert. 





La conspiración del silencio. [Descargar película por torrent]






Frankfurt, 1958. El joven fiscal Johann Radmann intenta abrirse camino en la fiscalía, siempre a la caza de casos más emocionantes que las infracciones de tráfico que acostumbran a encomendarle. Un periodista le pone sobre la pista de una trama muy oscura: algunas de las más altas esferas del gobierno están involucradas en una conspiración por ocultar crímenes cometidos por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial. 

Con la ayuda de un superviviente de un campo de concentración llamado Simon Kirsch, Radmann y Thomas Gnielka trabajan mano a mano para encontrar pruebas que vinculen a miles de soldados de las SS (que ahora ocupan cargos de gran importancia en la Administración) con las atrocidades cometidas en Auschwitz. Johann se vuelca de lleno en el caso y empieza a dudar incluso de la honradez de su propia familia. 


Descargar torrent



El nazi perfecto. Martin Davidson [epub]



Todas las familias tienen sus secretos. ¿Pero qué sucede cuando, investigando a un abuelo encantador, el detective se encuentra con una ilustración del mal? Durante más de cincuenta años, la familia de este nazi perfecto había conseguido guardar el secreto, hasta que su nieto escocés decidió enfrentarse a la verdad. Y se dedicó a investigar quién y qué había sido realmente su abuelo materno, un joven dentista de Berlín que a los diecinueve años ya era un nazi ferviente y militante. Pero el propósito de su autor también es iluminar el mal que hasta los hombres insignificantes pueden hacer en las épocas en que la historia enloquece…


Al igual que a todo nazi después de 1926, a Bruno le empujaba un deseo abrumador: continuar la tarea de conquistar un poder real. Establecidos los argumentos sobre la visión del mundo, las conspiraciones judías y la ideología nazi, había llegado el momento de salir a la calle y mostrar a los alemanes lo que en realidad significaba el nacionalsocialismo. Este cometido recayó más en una organización particular que en ninguna otra: no en el partido, sino en las milicias armadas de las SA. Por el momento, la camisa parda de Bruno resultó más decisiva que su carnet de afiliado.

Ernst Rohm, cofundador de las SA
En las SA abundaban los hombres que se regocijaban con su condición de marginados sociales. Por vándalos y matones que hubieran podido ser, ellos se veían como el arquetipo del activismo viril y dinámico, comprometidos con una causa grande e importante. El «encarnizamiento» de Bruno en las SA durante los años del Kampfzeit, el tiempo de lucha, le marcaron para el resto de su historial como un Alter Kämpfer, o «combatiente veterano», de pura cepa, uno de los elogios más codiciados del Tercer Reich. Tenía sólo veintiún años, nunca se había sentido tan importante.


No me sorprendió descubrir que Bruno había pasado su carrera de camisa parda con dos de los más infames batallones que existieron en las SA: el Sturm 33 y, más tarde, su batallón gemelo, el Sturm 31. Con su base en el norte de Charlottenburg, era famoso, incluso para los parámetros de las SA, por sus actos de violencia y sus asesinatos. Bruno vistió el uniforme de las SA durante once años completos y sólo se lo quitó en 1937, cuando se hizo evidente que había mejores puestos para él donde servir a la causa. Su historial en las SA le situó no sólo en la primera línea del peor decenio de violencia urbana, sino también, aunque entonces él no lo sabía, directamente encima de la más notable fisura que se abrió en el movimiento nazi. Las tensiones entre el partido y las SA empeoraron con cada año que pasaba y culminaron en la «Noche de los cuchillos largos», en junio de 1934.


En 1926, sin embargo, las SA sólo tenían una prioridad: ganar la batalla por Alemania, y en especial la batalla por Berlín, sede de todo lo que más despreciaban. Tampoco permitieron que su exiguo número de miembros redujese su capacidad para la violencia. Compensaban con ardor ideológico lo que les faltaba en tamaño: «En 1927 di la espalda a los ociosos y me uní a los activos militantes de las SA. Desde entonces participé valientemente en las manifestaciones, portando la bandera del grupo. Durante los años de lucha estuve en muchas salas de reuniones y peleas callejeras contra la amenaza de las chusmas rojas y sus mujeres chillonas», se jactaba un hombre de las SA.

Goebbels prometió agarrar al «Berlín rojo» por el cuello. La misión de las SA era sencilla: «guerra contra todos los antinacionalistas e internacionalistas; guerra contra el judaísmo, la socialdemocracia y el radicalismo de izquierdas; fomento del malestar interno con objeto de derrotar la Constitución no alemana de Weimar». Esto exigía que las SA estimulasen tanto a sus miembros como su espíritu combativo. Bruno sabía ya lo que esperaban de él, que era contribuir a adueñarse de las calles, dominar la ciudad y aplastar toda oposición.

Al principio Goebbels disponía apenas de unos 2.000 hombres, incluido Bruno; pero aquello no iba a ser una guerra encubierta. Nadie conocía mejor que Goebbels el modo de librar esas refriegas en que la mala fama y los titulares eran tan importantes como las cifras de bajas. Enseñó a sus escasas huestes de las SA a actuar a lo grande, convirtiendo sus tropas de asalto en una fuerza intimidatoria: «La imagen de un gran número de […] hombres de uniforme y disciplinados marcando el paso […] impresionará profundamente a todos los alemanes […] si grupos enteros de personas, de una forma organizada, arriesgan el cuerpo, el alma y sus medios de vida por una causa, tiene que ser forzosamente buena y legítima.» Bruno y sus camaradas de camisa parda pronto fueron un rasgo amenazador y ubicuo de la vida urbana. Harry Kessler se fijó en ellos por primera vez en 1925, parados en las esquinas con aire amenazante: «En la Potsdamer Platz, unos pocos muchachos portando la esvástica, con gruesas porras y rubios y estúpidos como jóvenes toros.»

Para conquistar Berlín había que romper cabezas. Las SA habían perfeccionado el arte de desfilar por el corazón de los barrios obreros de Berlín hostigando a los residentes comunistas, y Bruno no tuvo que esperar mucho para ponerlo en práctica. El 14 de noviembre de 1926 se unió a una formación de doscientos ochenta matones de las SA que desfilaban por las calles de Neukölln, una barriada comunista del Berlín obrero. La marcha, que culminó en Hallesches Tor, desencadenó una serie de virulentas reyertas que dejaron malheridos a trece militantes nazis. Fue celebrada como un triunfo propagandístico.

Las SA y el Frente Rojo comunista, en una recreación de sus múltiples encuentros violentos

Batallones de gorilas de las SA patrullaban periódicamente las zonas comunistas, donde no tardaron en enzarzarse en furiosos altercados: «Nos recibió un clamor tremendo; llegó volando por los aires una lluvia de piedras, botellas, basura, orinales llenos. Las mujeres, sobre todo, estaban enloquecidas, brincaban y chillaban, nos escupían, nos mostraban el trasero.»Este alboroto llegó a ser rutinario. «Ninguno de nosotros se libró de recibir un golpe con una silla o una jarra de cerveza […] Nuestro lema era siempre “¡Alemania, despierta!”», se regodeaba un sonado nazi berlinés.

Zurrar a los comunistas era gratificante, pero ineficaz si nadie se enteraba. Los nazis necesitaban las candilejas de los titulares nacionales, y en enero de 1927 Goebbels y las SA adoptaron nuevas tácticas encaminadas a proporcionarlos. Bruno empezó a asistir a estruendosos mítines políticos celebrados en salas y auditorios en medio de zonas comunistas. Funcionaban como un reloj. En primer lugar, los nazis invitaron a oradores simpatizantes a que fueran a incitar a un público atestado de brazaletes nazis. Luego se recostaron a esperar que los vecinos enfurecidos estallaran y empezaran a interrumpir, momento en el cual se armó la gorda. La primera de estas reuniones tuvo lugar en Spandau, en el extremo oeste de la ciudad, un semillero berlinés de comunistas.

Goebbels no se conformaba sólo con informes. Pronto transformó estos enfrentamientos en material de leyenda. Pero Bruno y sus camaradas de las SA ya no participaban en meras refriegas violentas; en cuanto Goebbels terminó de aleccionarles, se vieron convertidos en figuras heroicas. El más famoso de estos altercados fue el de Pharus Hall, en febrero de 1927, un auditorio espacioso del barrio de Wedding, al norte de la ciudad. Tras elegir adrede un lugar en el mismo centro de una zona comunista, la concentración de Pharus Hall fue anunciada con carteles que adoptaban la retórica de la jerga proletaria. «El Estado burgués se aproxima a su fin. ¡Hay que forjar una nueva Alemania!» Los comunistas locales replicaron debidamente con sus propios carteles: «¡Wedding rojo para el proletariado rojo! ¡Haremos papilla a todo el que se atreva a poner un pie en el Pharus Hall!»

Quemando lo que más molestaba a estos descerebrados, libros

Bruno era un integrante de la pandilla borracha y enfurecida que ya estaba exaltada antes siquiera de que Goebbels subiera al estrado. Sólo hizo falta una mínima provocación desde el fondo para que se iniciara un lanzamiento masivo de botellas y patas de las sillas. En vez de .correr en busca de refugio, Goebbels aguantó a pie firme, gritando en medio de la gresca y rodeado por los SA más gravemente heridos. Más tarde ensalzó a sus hombres como los «aristócratas del movimiento», gigantes políticos que tenían garantizado el interés de los redactores jefe de los periódicos, que en efecto les consagraron páginas enteras. Esta secuencia de hechos se repetiría periódicamente a lo largo de los seis años siguientes. La política se había vuelto sinónimo de violencia, tanto retórica como física.




Guardianas nazis. Mónica G. Álvarez [epub]



El nazismo postuló que todos aquellos que no fueran arios no eran humanos y serían tratados como animales. Si era ético experimentar con perros, gatos y ratones, ¿qué problema habría en hacerlo con judíos, polacos, gitanos u homosexuales? La respuesta está en los campos de concentración nazis, donde cientos de fieles guardianas, con la sangre «limpia», se convirtieron en las torturadoras y asesinas más despiadadas de la Segunda Guerra Mundial.


No son tan conocidas como Hitler, Himmler, Goebbels o Mengele, pero la historia más siniestra de la humanidad tiene su hueco para estas auténticas arpías, las caras inhumanas que tantas víctimas dejaron tras de sí, como el caso de Hermine Braunsteiner, La Yegua de Majdanek, que disfrutaba dando coces en el estómago de sus confinadas; Irma Grese, El Ángel de Auschwitz, cuyo pasatiempo favorito era echar a las prisioneras a sus perros para que las devoraran; o Ilse Koch, La Zorra de Buchenwald, que ordenaba extirpar la piel tatuada de los presos para fabricar lámparas de decoración. 

La zorra de Buchenwald, Ilse Koch

En esta exhaustiva y rigurosa obra la autora recoge la biografía de un total de diecinueve mujeres que participaron activamente en la maquinaria bélica del nacionalsocialismo y que sucumbieron ante el poder, la sangre y la muerte. ¿Tuvieron otra salida? Sí. No obstante, optaron por tomar las riendas, acatar órdenes y aliñar sus actuaciones con fuertes dosis de vejación, maltrato y sadismo.


Estas «mujeres» no son las únicas que formaron parte del Tercer Reich y lo apoyaron en cada una de sus iniciativas. Son muchas más, pero su conducta sobresalió por encima del resto.  Gracias a este libro, el recuerdo y la memoria de todas ellas harán que posiblemente nada de esto vuelva a repetirse. O quizás sí.

Guardianas del campo Stutthof el 4 de julio de 1946



La Bella Bestia. Alberto Vázquez-Figueroa [epub]



Durante una conferencia sobre el futuro del libro digital, Mauro Balaguer, editor de larga trayectoria profesional, se ve abordado por una elegante y bella anciana que le hace entrega de una tarjeta en cuyo reverso aparece escrito en rojo «La bella bestia», al mismo tiempo que, mostrándole un tatuaje, le comenta: «Fui su esclava y esta es la prueba. Si quiere más detalles, llámeme».

Intrigado y fascinado por lo que intuye pueda ser su último gran éxito editorial, Balaguer aplaza todos sus compromisos e inicia una intensa relación con la anciana a fin de conocer una historia única y sobrecogedora: la de Irma Grese, más conocida por «La bella bestia», celadora-supervisora en los terribles campos de concentración y exterminio de Auschwitz, Bergen-Belsen y Ravensbrück.

Hermosísima, sádica, violenta y organizadora de miles de ejecuciones de mujeres y niños, Irma tuvo el dudoso honor de ser juzgada, condenada y ejecutada por «crímenes contra la Humanidad» cuando acababa de cumplir veintidós años. La anciana le contará a Balaguer cómo la conoció y cómo la obligó a convertirse en su confidente, sirvienta, cocinera y esclava sexual.

Irma Ilse Ida Grese (n. Wrechen, 7 de octubre de 1923 - f. Hamelín, 13 de diciembre de 1945) fue una supervisora de prisioneros en los campos de concentración de Auschwitz-Birkenau, Bergen-Belsen y Ravensbrück durante la Segunda Guerra Mundial. Apodada «la bella bestia » o «el ángel de la muerte» o «la perra de Belsen» por los prisioneros de estos campos a causa de su comportamiento sádico y perverso, fue una de las más crueles y famosas criminales de guerra nazis, quien a pesar de su corta edad, fue condenada y ejecutada en la horca por los Aliados el 13 de diciembre de 1945


En 1943, ingresó en el Campo de concentración de Auschwitz, como SS (SS Oberaufseherin) (guardia femenina), y para fin de ese mismo año fue ascendida a supervisora, la segunda mujer de más alto rango en el campamento, después de María Mandel, a cargo de alrededor de 30.000 reclusas de origen judío. El ascenso se produjo a causa de su enorme fanatismo nazi y considerable sadismo que desarrolló.

Después de Auschwitz, su sadismo continuó en Ravensbruck y Bergen-Belsen, tres campos de exterminio nazis, siendo detenida el 15 de abril de 1945 por los británicos en el último de esos, junto a otros integrantes de las SS.

Irma fue una de las principales criminales de guerra en el Juicio de Bergen-Belsen, realizado entre septiembre y diciembre de 1945. Las supervivientes de los campos que testimoniaron la acusaron de asesinatos y torturas. Siempre usando pesadas botas, látigo y pistola, entre otros actos, Irma era conocida por dejar que perros hambrientos y furiosos se lanzaran encima de las presas para devorarlas, asesinar internas a tiros a sangre fría, torturas a niños, abusos sexuales y palizas sádicas con látigo trenzado hasta provocar la muerte de las víctimas. Además, una revelación de Olga Lengyel dice que Irma mantuvo relaciones con los SS Hauptsturmführers Joseph Mengele y Josef Kramer.


Aunque Irma Grese renegó de los asesinatos y habiendo manifestado que sólo conocía el destino de las prisioneras sólo por boca de ellas mismas, nunca renegó de su ideario nazi y cantaba himnos de la SS en su celda. La belleza de Grese se había trastocado en una mujer de rasgos endurecidos por la crueldad.

En su alojamiento, después de su detención, fueron encontradas lámparas de mesa con las pantallas hechas de piel humana, exactamente de tres prisioneros judíos asesinados y despellejados por ella misma.


En el Juicio de Bergen-Belsen fue condenada a la horca a los 22 años -la más joven condenada a muerte sobre leyes británicas en el siglo XX- siendo ejecutada en la prisión de Hamelín (Alemania) el 13 de diciembre de 1945. Sus últimas palabras a su verdugo fueron: "Schnell!" (¡Rápido!). Al parecer después de su ejecución, su cuerpo fue mutilado e incinerado; para que después las cenizas fueran arrojadas a un río de desagüe.




Película mostrada en los Juicios de Nuremberg como prueba definitiva del Holocausto





Película utilizada como prueba definitiva en los Juicios de Nuremberg. Este vídeo totalmente real sirvió para condenar a gran parte de la cúpula del Tercer Reich, la Alemania Nazi, aunque algunos escaparon mejor de lo que merecían semejantes crímenes nunca antes vistos por la humanidad. Ninguna descripción escrita o hablada puede mostrar la barbarie como lo hacen estas imágenes.