Élisée Reclus - El hombre y la Tierra (6 tomos en Pdf)


“ Hace algunos años, después de haber escrito las últimas líneas de una larga obra, La Nouvelle Géographie Universelle, expresaba el deseo de poder estudiar un día al Hombre en la sucesión de las edades, de la misma forma que lo había observado en las distintas regiones del globo, y establecer las conclusiones sociológicas a las que había llegado. Trazaba el plan de un nuevo libro en el que se expondrían las condiciones del terreno, del clima, de todo el ambiente en el que se han producido los acontecimientos de la historia, en el que se mostraría el acuerdo de los Hombres y de la Tierra, en el que se explicarían las actuaciones de los pueblos, de causa a efecto, por su armonía con la evolución del planeta. Este libro es el que presento ahora al lector. “ 

Traducción de Anselmo Lorenzo. Revisión de Odón de Buen. Editorial de la Escuela Moderna.


Uno de los problemas más interesantes y más difíciles con que tropezamos a cada instante es el de la buena lectura. El hombre libre y progresivo; el que no quiere seguir inconsciente, rutinariamente impulsos exteriores, originados en otras consciencias e inspirados en móviles y aspiraciones que les son desconocidas; el que quiere obrar por determinaciones que se dirijan directamente a su voluntad aceptando la responsabilidad y mereciendo la gloria de la humanidad hacia la realización de su vida de futuras grandezas que hombre prudente y equilibrado necesita consultores que, a través de la inmensidad de los conocimientos que constituyen la ciencia actual, imposible de abarcar en una sola mentalidad, le orienten, le guíen y le documenten de manera segura y positiva para sostener su criterio y permitir pleno desarrollo a su voluntad.

Para atender a necesidad tan imperiosa, dada la variabilidad inmensa, casi infinita, de los caracteres, de los temperamentos, de las aptitudes, de las aficiones y aun de las vocaciones, apenas se hallaría biblioteca moderna tan grandiosa capaz de satisfacer todas las consultas y mucho menos todas las necesidades especiales de orientación. Ante tal dificultad, si fuera insuperable, surgiría inevitable desconcierto. Para evitarlo los filósofos prerrevolucionarios fundaron la Enciclopedia (el círculo de enseñanza), que, reuniendo en sítesis la suma de los conocimientos de toda la humanidad en aquella época, produjo la Gran Revolución.

Con el vuelo que a partir de aquel movimiento emprendió la mentalidad humana se ha llegado a considerables alturas que, a ser reflejadas en los modernos diccionarios enciclopédicos, pierden vigor y fuerza, dando la triste impresión de letra muerta. Necesitábase un genio sintético, de capacidad tan inmensa que abarcara el saber universal; de honradez tan delicada, que no sometiera la verdad a ningún género de convencionalismo; de toda noble sencillez, que inspirara a todos confianza. Ese hombre sabio, bueno, severo y sencillo fue Eliseo Reclus, el autor de la Geografía Universal, resumen científico que le da derecho al título de maestro de los sabios; el luchador de la Comuna de París y por la emancipación de los trabajadores, noble conducta que le acredita como militante contra las iniquidades del privilegio; el declarado anarquista, título demostrador de que rompió todos los moldes convencionales ante la pureza de las ideas de libertad y de igualdad.

Eliseo Reclus escribió El Hombre y La Tierra, y con ese libro prestó a la humanidad el gran servicio de sintetizar los conocimientos y de resumir la ciencia, sin inclinación sectaria, con la pureza ideal de la verdad, constituyendo con tan admirable libro, no sólo una guía segura de orientación para vuelos futuros del genio, porque en él puede aprenderse lo que se ignora y se da todo el valor debido a lo que se sabe. A partir de la publicación de El Hombre y La Tierra quedó resuelto el problema de la buena lectura, porque ese libro es más que una enciclopedia, es una biblioteca, y si no suscitara pensamientos místicos-fanáticos, diríase que es una Biblia, ese gran libro de la Naturaleza y de la Sabiduría, donde se hallan expuestas las condiciones del suelo, del clima, del ambiente en general en que se han cumplido los acontecimientos de la historia, donde se muestra la concordancia de los hombres y de la Tierra, donde todas las maneras de obrar de los pueblos se explican en relación de causa a efecto, por su armonía con la evolución del planeta.

A la publicación de este libro en francés, traducido a varios idiomas, y a la edición de su traducción española va unida la memoria de su editor Ferrer, el insigne fundador de la enseñanza racionalista, el mártir de Montjuich, lo que puede considerarse como un nuevo título a la estimación popular, dándole derecho a la primacía en toda biblioteca popular. El Hombre y La Tierra no debe pues, faltar en cada biblioteca sindicalista, política y librepensadora, y los obreros que se interesen vivamente por la emancipación del proletariado y por la consiguiente regeneración de la sociedad hasta lograr que nadie en el mundo quede eximido de su correspondiente participación en el patrimonio universal, pueden sacar de este libro, no sólo las más útiles enseñanzas, sino lo que iguala en utilidad, un criterio seguro para evitar todo género de desviaciones burguesas.

Anselmo Lorenzo
















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