Chile da una muestra de dignidad a todo el planeta defenestrando a los políticos en su campo, las urnas



Por tercera elección consecutiva, la gran mayoría de los habilitados para votar prefirió restarse de las urnas. Pero a pesar de ello, las sabandijas políticas siguen creyéndose representantes del pueblo chileno. En esta tercera derrota absoluta del sistema sufragista se batieron todos los récords anteriores: la votación alcanzó un 34%, convirtiéndose así en las elecciones menos votadas de la historia. De un censo electoral que cuenta con 14,1 millones de personas, las estimaciones señalan que apenas votarían en torno a 4, 8 millones. Comunas como Puente Alto, Maipú y Ñuñoa fueron las más abstencionistas.

Ya en mayo de 2015 un estudio publicado por el medio Infobae revelaba que Chile era el país que presentaba mayor abstención electoral en el mundo. El análisis se realizó a partir de datos obtenidos a través del Instituto Internacional para la Democracia y la Asistencia Electoral (IDEA), y se consideró solamente a naciones con al menos un millón de habitantes y una democracia realmente funcional. Aunque México tampoco se queda a la zaga y en Iberia vamos avanzando en cuestión de escupir al sistema impuesto por una minoría de votantes que dan el poder al partido que logre arañar al menos el 25% de los votos (el PP ni siquiera ha sido votado por 1 de cada cuatro personas en edad de votar).

De nada sirvieron los constantes llamados a votar ni la ayuda de los programas de televisión para invitar a participar en estas elecciones municipales que registraron la cifra de abstención más alta desde la vuelta de la democracia. Las elecciones municipales de 2012 se mantenían con la mayor abstención desde el retorno de la democracia con un 57%, por lo que se presagiaba que para estos comicios municipales la renuncia al voto por parte del electorado podría ser alta, pero aún así los pronósticos se quedaron cortos.

En la capital, Santiago, el alcalde gobernará con el voto de 29. 862 santiagueños en una ciudad que cuenta con un censo electoral de 301. 535 electores. En total han votado 67. 574 electores, un 22´34% del censo. Como siempre suele ocurrir, para abultar los porcentajes de voto, los resultados muestran a Alessandri como conseguidor del 46´76% de los votos. Pero si hacemos cuentas, el alcalde de la capital de Chile es alcalde con la venia de un 10% de los electores santiagueños. La abstención llegó hasta casi el 78%, nadie puede decir que tiene legitimidad para gobernar con estas cifras. Santiago tendrá un alcalde de derechas con el 90% de la ciudad en contra.

En Concepción, la segunda ciudad más importante del país, la abstención ha alcanzado poco menos del 72%. De un censo electoral que cuenta con 198.961 habitantes inscritos, sólo han votado 56.529 electores. El candidato de Nueva Mayoría gobernará con un porcentaje del censo que no llega ni al 15%, ya que ha sido votado por 25.224 de los 198.961 inscritos en el censo. La legitimidad, al igual que en Santiago, no será la bandera que puedan ondear los dos alcaldes de las dos ciudades más importantes de Chile.

Las alcaldías de Santiago Centro, Providencia y Maipú pasan a manos de la oposición, que retiene Las Condes, Vitacura, Viña del Mar, Temuco y Ñuñoa. La participación se sitúa en torno al 35 %, bastante por debajo de los anteriores, celebrados en 2012

La derecha chilena arrebató varios municipios emblemáticos a la coalición de centroizquierda Nueva Mayoría, cuando se lleva escrutado aproximadamente el 90% de los votos en los comicios locales celebrados este domingo.Las alcaldías de Santiago Centro, Providencia y Maipú, comunas situadas en la región Metropolitana del Gran Santiago, pasan a manos de la oposición derechista, que retiene además las de Las Condes, Vitacura, Viña del Mar, Temuco y Ñuñoa, entre otras.La Nueva Mayoría, coalición que actualmente gobierna Chile, conserva la ciudad de Concepción, la segunda más importante del país, mientras que la derecha pierde Valparaíso, que pasa a ser gobernada por el candidato del partido izquierdista Revolución Democrática."Junto con reconocer este resultado, hay mucho que agradecer esta noche a pesar de estar afrontando un derrota", declaró la todavía alcaldesa de Santiago Centro, Carolina Tohá, del Partido por la Democracia (PPD), englobado en la Nueva Mayoría."La democracia es la democracia y se respeta (...), corresponde felicitar a los triunfadores", dijo Tohá, quien perdió la alcaldía frente a Felipe Alessandri, candidato independiente en la listas de la coalición conservadora Chile Vamos, quien tras conocer los resultados dijo: "Estamos haciendo historia en Santiago".

La ex ministra de Salud Helia Molina, quien se presentaba a la alcaldía del municipio santiaguino de Ñuñoa por la coalición gobernante, reconoció su derrota y afirmó que se trata de un voto de castigo al Ejecutivo de Michelle Bachelet."Creo que -de alguna manera- hay un castigo al Gobierno de la Nueva Mayoría. Hay un juicio público", declaró Molina, quien agregó que "cuando hay mucha abstención, la derecha sale favorecida".La participación en estos comicios locales -que han estado precedidos por un considerable error en el padrón electoral- se sitúa en torno al 35 %, bastante por debajo de los anteriores, celebrados en 2012, cuando votó el 43% de los electores.

También la alcaldesa del municipio santiaguino de Providencia, Josefa Errázuriz, dirigente del movimiento vecinal perteneciente a la Nueva Mayoría, atribuyó parte de su derrota a factores externos.Errázuriz -derrotada por quien fue candidata presidencial de la derecha en 2014, Evelyn Matthei- hizo un llamamiento a la unidad y advirtió a la alcaldesa electa de que fiscalizará "con fuerza" su acción de gobierno, además de atribuir parte de la derrota a factores que nada tiene que ver con la política municipal."Me da una profunda pena que los problemas del padrón (electoral) y algunos problemas pendientes del país nos hayan pasado la cuenta", argumentó.

Una de las mayores sorpresas se dio en la ciudad portuaria de Valparaíso, donde el independiente Jorge Esteban Sharp, próximo al partido izquierdista Revolución Democrática, se impuso a los candidatos de las dos coaliciones mayoritarias."Se acabó el duopolio, la corrupción, la injusticia y las malas prácticas (...) Irrumpe hoy una nueva fuerza política de ciudadanos que nos hemos atrevido a recuperar la dignidad de nuestro país", dijo.Las elecciones municipales de este domingo, la cuarta cita con las urnas en la que el voto es voluntario, se han celebrado en medio de la controversia por un error en el censo electoral que puede haber afectado a decenas de miles de votantes y una alta abstención.

Ya ven lo que le importa la opinión del pueblo a la "democracia" chilena, tras ser defenestrados todos los políticos con una abstención más que masiva, el sistema intenta seguir medrando como si nada hubiese pasado. Con este porcentaje de abstención ¿no deberían ser anuladas las elecciones? Cómo es posible mantener la paz social si quienes dictan son escupidos por la inmensa mayoría del pueblo? ¿Es que acaso no importa la opinión del pueblo sino la decisión de quienes ostentan el monopolio de la violencia? Las dictaduras camufladas como democracias (como es el caso de España también) quedan absolutamente desenmascaradas tras ser rechazadas masivamente en las urnas, entonces es cuando más claro queda que a los gobernantes les importa tú opinión menos que una mierda. Seguirán interpretando su papel en el circo democrático, pero sin público poco durará la función. Salud y Libertad. 

Fuente de los datos:

EFESantiago de Chile

2 comentarios:

Loam dijo...

Rara vez se hacen eco de la abstención los medios, es un hecho que ignoran deliberadamente. Los motivos de esta omisión son obvios; el sistema se quedaría con su "democrático" culo al aire, o sea deslegitimado. Las urnas son la gran coartada que permite a los amos del circo renovar la misma función cada X años. No tener en cuenta la abstención es como elogiar la gorra de un imbécil y su buen gusto para elegirla: se habla mucho de su gorra y nada de su cabeza.

Salud

Erik Redflame dijo...

Y encima los borregos electores dan por sentado que nuestra opinión no cuenta, porque no nos bajamos los pantalones como ellos y quedan en sucia evidencia. Salud.