Hemeroteca





La Federación (Barcelona 1869-1874)


La Federación fue un semanario publicado en Barcelona, que salía los domingos, durante el Sexenio Democrático, en plena efervescencia del movimiento obrero. Es considerado el mayor exponente de la prensa internacionalista del "Sexenio Democrático" y si atendemos a Nettlau, el primer periódico anarquista de la historia. No es extraña esta aseveración de Nettlau, ya que desde sus comienzos, la A.I.T. de España siempre estuvo fuertemente influenciada por Bakunin. Su primer número vio la luz el 1 de agosto de 1869, y el último salió el 3 de enero de 1874 cuando moría la Primera República. En todo caso, entre mayo y junio de 1872 fue sustituido por El Trabajo, a raíz de una suspensión gubernativa, y con el subtítulo de “Periódico socialista. Esta suspensión tenía que ver, lógicamente por la postura ideológica del semanario contra el sistema político y social del momento.



Rafael Farga i Pellicer
Su fundador fue Rafael Farga i Pellicer (1840-1890), figura fundamental en la Historia de la Internacional en España. El periódico fue el órgano del Centro Federal de las Sociedades Obreras, y más tarde de la Federación en Barcelona de la AIT. Puede ser considerado el principal de todos los periódicos de la Federación Regional Española.


Junto con Farga, fueron fundamentales en esta publicación destacados personajes de este momento histórico del movimiento obrero en Barcelona, siempre en la órbita bakuninista, como el médico Gaspar Sentiñón, el sastre y tipógrafo Emili Hugas, o Pere Gasull. En el semanario también escribieron Soriano, Alerini, José García Viñas, Marselau, Teobaldo Nieva y Josep Roca y Galès. De Nieva podemos destacar su encendida defensa de la Comuna en un artículo titulado “El legado de la Commune” en julio de 1871.


El periódico difundió el pensamiento de Bakunin, aunque también publicó textos de Proudhon. Comenzó más en la línea federal, pero a finales del año 1869 se perfiló claramente en la línea antipoliticista bakuninista.


Para profundizar en esta publicación podemos consultar en la red el trabajo de Susanna Tavera i García, “La prensa anarco-sindicalista (1868-1931), en Recerques (8), (1978). También es recomendable: Manuel Morales Muñoz, “Propaganda doctrinal y difusión de la prensa internacionalista (1869-1873)”, en Baetica: Estudios de arte, geografía e historia, (12), (1989). Ambos estudios están incluidos en esta colección en formato Pdf. También es muy a tener en cuenta el estudio clásico de Max Nettlau, "La Premiére Internationale en Espagne" (1868-1888), edición de R. Lamberet, 1969, que podéis descargar desde aquí.



Descargar colección completa de "La Federación". Incluye cuatro números de "El Trabajo" (Junio).

Colección descargada desde ARCA (Arxiu de Revistes Catalanes Antigues: 

http://mdc2.cbuc.cat/cdm/search/collection/federacion


                                                                 
La Igualdad (Madrid 1868-1874)



Está considerado como el órgano de prensa más cualificado del federalismo español del periodo, en el que se verán representadas todas las tendencias del republicanismo, “en la intención, al menos” (Gómez Aparicio: 1971), y representante de “la línea oficial del partido” (Pérez Roldán: 1999), que aparecerá el once de noviembre de 1868 y estará publicándose durante todo el Sexenio Democrático, hasta el 30 de diciembre de 1874, cuando el golpe del general Arsenio Martínez Campos (1831-1900) en Sagunto de paso a la Restauración y sea suspendido al igual que los demás periódicos republicanos, aunque volverá a reaparecer desde el 16 de abril al tres de noviembre de 1880. 


Será un diario típico de la época, de cuatro páginas, compuesto a cuatro y, después, a cinco columnas, al principio vespertino y estampado en papel de buena calidad y, más tarde, matutino, contando con imprenta propia. Tuvo variaciones en el formato y en el subtítulo, y fue denunciado y suspendido en varias ocasiones.


Aunque se desconoce con exactitud su difusión, fue uno de los de mayor circulación del periodo septembrino, con tiradas que no bajaban de los 15.000 ejemplares , y cuyas suscripciones para provincias –debido a su carácter federal– logran alcanzar hasta el 80 por ciento del total (Seoane: 1996), compartiendo el campo de la prensa republicana con otros dos grandes diarios, como "La Discusión" (1856), fundada por un entonces filoprogresista y después demócrata “cimbrio” Nicolás María Rivero (1814-1878), y "El Pueblo" (1860), de Eugenio García Ruiz (1819-1883) y principal exponente del sector “unitarista”, que, tras haber quedado suspendidos, en 1866, por el gobierno de Leopoldo O’Donnell (1809-1867), reaparecen ahora tras la Septembrina.


José Guisasola Goicoechea
Los fundadores de "La Igualdad" fueron el médico José Guisasola Goicoechea (1833-), quien al principio compartió la propiedad con Alfredo Vega, así como Francisco García Padrós. A partir del 18 de mayo de 1869 se refundirá en un sólo periódico con "El Amigo del pueblo", el primer periódico democrático federalista que había aparecido tras el triunfo revolucionario, el 30 de septiembre, fundado y dirigido por Francisco García López (1824-1878) y Carlos Martra y Roger (-1879), y que dirigirá también José Paúl y Angulo (1842-1892), en un momento el que este diario tendría una tirada de unos 4.000 ejemplares, que sumará a los 8.600 de "La Igualdad", que seguidamente logrará alcanzar hasta los 21.000 ejemplares (Seoane: 1996). Con la unificación de ambas redacciones, “logró el más completo conjunto de escritores republicanos” de aquél tiempo (Gómez Aparicio: 1971).


Figueras. Primer presidente de 1ª República
En la redacción de "La Igualdad" se darán cita “las más relevantes figuras de la intelectualidad republicana”. Entre quienes lo dirigieron se encontraron Estanislao Figueras (1819-1882), Adolfo Joarizti (1835-1871), José María Orense (1803-1880), los citados Martra y García López, así como el médico Ramón Cala (1827-1902), Andrés Mellado (1846-1913) y el citado Paúl y Angulo, estos tres procedentes de la redacción de El Amigo del pueblo. El último, después de vender parte de su propiedad de "La Igualdad", pasaría a fundar y dirigir el “intransigente” "El Combate", de corta vida, desde el uno al 25 de diciembre de 1870, de los que serán también redactores los citados Guisasola y Cala, entre otros, pero éste volverá a reaparecer entre el uno de febrero y el 27 de septiembre de 1872, pero ya sin Paúl y Angulo.


Fernando Garrido
Entre los redactores de "La Igualdad" estuvieron Fernando Garrido (1821-1883), Juan Sala Escalada (-1891), César Ordax -Avecilla (1844-1917), Francisco Bañares (-1884) o Juan Escobar Moreno, y entre sus colaboradores, Francisco Pi y Margall (1824-1901), Roque Barcia (1823-1885), Eduardo Chao (1822-1887), Luis Blanc o los generales y hermanos Blas y Fernando Pierrad, así como los citados Martra y Roger y Nicolás Salmerón (1838-1908), procedentes también estos dos últimos de la redacción de "El Amigo del pueblo", entre otros muchos. En su primer número, el periódico inserta bajo su cabecera la nómina de sus redactores y colaboradores. Excepto alguno, todos ellos mantuvieron una estrecha relación con el periodismo, la vida política, revolucionaria e institucional.


"La Igualdad" fue un periódico antimonárquico, anticlerical y antimilitarista, “prototipo del periodismo de opinión”, cuyos artículos de fondo ocupan un gran espacio y cuyas noticias son siempre comentadas e interpretadas (Seoane: 1996). Solía insertar los manifiestos e instrucciones de los dirigentes del republicanismo, movimiento que protagonizará una insurrección a partir de octubre de 1869, momento en el que su tirada alcanzaría los 36.000 ejemplares, siendo suspendido desde el 13 de ese mes hasta el uno de diciembre de ese año. Movimiento que celebrará su primera Asamblea Federal en marzo de 1870, constituyéndose el Partido Republicano Democrático Federal, cuyo presidente será Pi y Margall. Dos meses después, el siete de mayo, los periódicos republicanos insertarán la denominada Declaración antipactista, crítica con Pi y sus ideas socialistas, momento en el que Mellado fue cesado y sustituido en la dirección de "La Igualdad" por Manuel Francisco Paúl y Picardo (1834-), y seguidamente por Eduardo Benot (1822-1902).





Hasta dos días después, el 29 de diciembre de 1870, no aparecería en las páginas de "La Igualdad" ninguna alusión al atentado mortal del general Juan Prim (1814-1870), y cuando lo haga será a través de la reproducción escueta de la noticia ofrecida por otros periódicos. El dos de enero de 1871 publicará una poco acogedora bienvenida al rey Amadeo, y los otrora ataques a Prim los lanzará ahora contra Manuel Ruiz Zorrilla (1833-1895). Ante las acusaciones de culpabilidad por el magnicidio, Paúl y Angulo y Guisasola tuvieron que abandonar definitivamente España, y Roque Barcia, por su parte, negará en un artículo publicado en "La Igualdad", el 21 de febrero de 1871, la relación de los federalistas con el magnicidio del general.


Tras la II Asamblea Federal, celebrada en abril de 1871, "La Igualdad" continuó siendo portavoz de los denominados “intransigentes”, de Pi y Margall, mientras que "La Discusión" lo será de los “benévolos”, de Emilio Castelar (1832-1899), que en junio de ese año apoyarán al gobierno del Partido Demócrata Radical, presidido por Ruiz Zorrilla.




Para este título véanse además los artículos de Enrique Giménez (1975) y de Carmen Pérez Roldán (1999) y la tesis doctoral (2003) de esta última sobre el republicanismo madrileño del sexenio (1868-1874).




La prensa republicana madrileña durante el siglo XIX. La Igualdad y El Combate como ejemplos de periódicos republicanos. Cármen Pérez Roldán.




                                               
El Combate (Madrid 1870-72)



Diario que bajo su cabecera estampa la leyenda “¡Viva la República Democrática Federal”, fundado y dirigido por el jerezano José Paúl y Angulo (1838-1892), tras abandonar este la dirección de La igualdad, considerado como el gran diario republicano del comienzo del Sexenio Democrático. Mientras este se configura como órgano oficial del republicanismo federal, el que Paúl y Angulo comienza a publicar a partir del uno de noviembre de 1870 se sitúa en el ala “intransigente”, siendo calificado como “subversivo y demagógico” por Pedro Gómez Aparicio, y escrito “en un tono de una violencia extraordinaria”, tal como señala María Cruz Seoane.


El combate será una publicación eminentemente doctrinal y militante de la revolución política y social que hace honor a su título, y sus principales editorialistas y articulistas son el también diputado jerezano Ramón Cala, Francisco Córdova López y Francisco Rispa Perpiñá, acompañados en la redacción por José Guisasola, Federico Carlos Beltrán y Luis Pierrad. Al poco tiempo se incorporará, como secretario de redacción, el malagueño Francisco Flores García, y actuará como administrador Ignacio Sastre, colaborando también en sus páginas Eduardo Navarro y Gonzalvo. Se ha escrito que Paúl y Angulo tuvo tres rencores personales que destilaban de su periódico: el general Juan Prim, ahora presidente del gobierno; Nicolás María Rivero y Felipe Ducazcal, jefe de lo que se denominó “Partida de la porra”, y ello, en un momento en el que fue habitual que los redactores de El combate portaran visiblemente sus revólveres en la redacción del diario.


También contaba con una sección bajo el epígrafe Provincias, en donde daba inclusión a cartas e informes. En la sección Extranjero sólo publicaba notas sobre los sucesos de Francia. También incluía partes telegráficos, remitidos y comunicados, pero sólo con noticias sobre el republicanismo federal, así como folletines de educación política y careció de anuncios publicitarios.


Paul Y Angulo
El caso es que, en su cortísima vida, El combate será denunciado en numerosísimas veces, llegando a ser recogida su tirada por orden gubernamental en alguna ocasión, y suspenderá su publicación el 25 de diciembre, publicando este día una hoja impresa sólo por una cara en la que hace un llamamiento a las armas contra el “gobierno usurpador” y tildando al inminente rey Amadeo I como “tirano extranjero“. Tanto Paúl y Angulo como sus compañeros de El combate estarán unidos inseparablemente al magnicidio del general Prim de dos días después, y el que hasta ese momento había sido diputado de la minoría intransigente marchará a su exilio definitivo tras ser encausado en el mismo, al igual que Guisasola.


En su lugar, a partir del nueve de enero 1871 será publicada La lucha que, fundada por Ignacio Sastre, sólo editará trece números y se dedicará a atacar a Pí y Margall, Figueras y Castelar, es decir, a los dirigentes del partido. Del dos de febrero al 27 de septiembre de 1872 reaparecerá El combate, ahora escrito en un tono menos agresivo, pero manteniendo su anticlericalismo, antimonarquismo y su espíritu revolucionario, y dirigido en esta segunda época por Francisco Rispa y Perpiñá, que será también su propietario. Entre octubre y noviembre de ese mismo año será sustituido por El Tribunal del Pueblo.


Sobre la prensa republicana del Sexenio Democrático, véase el trabajo de Carmen Pérez Roldán, de 1999, publicado en Historia y comunicación social.



             




Acracia (Barcelona 1886-88)


Acracia fue una publicación mensual anarquista catalana que se editó entre 1886 y 1888. Su primer número salió al público en enero de 1886. Como subtítulo presentaba la leyenda "Revista Sociológica". Su administrador era Salvador Peris, sucedido por Bienvenido Rius, dirigido por Farga Pellicer, Anselmo Lorenzo y Fernando Tarrida del Mármol. Como objetivo se proponía "ilustrar al socialismo militante", según declaraba en el primer número.


Su línea ideológica era anarquista, preponderantemente de tendencia anarcocolectivista, pero con artículos que reflejaban ideas anarcocomunistas. El periódico difundía en entregas continuadas obras de Tarrida del Mármol, A. Lorenzo, Ricardo Mella, Kropotkin, etc. Entre otros temas, se trataban cuestiones relativas al individuo contra el Estado, el sistema anarquista, el partido obrero, el colectivismo, el comunismo, el capitalismo en la agricultura, epistemología, la situación de la familia burguesa, la miseria social, el proletariado militante, etc.


Muy ponderada por su calidad literaria, sus artículos llevaban la firma de Nieva, Lorenzo, Halliday, Canibell, Gomis, Antoni Pellicer, Mella, etc. Se editaron 30 números, el último de los cuales salió a la calle en junio de 1888.


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Bandera Social (Madrid 1885-86)


Periódico que inicia su publicación el 15 de febrero de 1885, con el subtítulo “semanario anárquico -colectivista”, empezando a salir los domingos y, después, los viernes y, más tarde, los jueves”. Adscrito a la Federación Regional de Trabajadores, en su artículo de presentación, bajo el epígrafe “Nuestra profesión de fe”, muestra su objeto de defensa de la libertad y el bienestar del que dice carecer la clase trabajadora, a la que pertenece, a la vez que se proclama revolucionario y contrario al principio de autoridad. Servirá para la propagación de los ideales del anarquismo, el colectivismo y el federalismo. Publica artículos doctrinales y en su sección Miscelánea comenta las noticias de otras publicaciones del movimiento anarquista así como las que publica y considera prensa burguesa (de la que se declara enemigo irreconciliable).


Cuenta también con las secciones Revista internacional, Movimiento obrero, Varia, Bibliografía, Efemérides, Científica y de Anuncios, así como la titulada Tribuna del trabajo. Además de los fondos ofrece información sobre el desarrollo de las actividades de la Federación española de trabajadores, de dirigentes obreros, etc. También ofrece discursos y estudios sociales pronunciados en el Círculo Obrero La Regeneración. Publica un nutrido número de cartas que le remitían de distintas poblaciones españolas.


Prácticamente sus textos carecen de firmas, pero el periódico indica que la correspondencia debía dirigirse a José Díaz, además de contar con una Comisión de Administración y un Consejo de Redacción, en el que podían tener voz y voto cuantos “compañeros” enviaran sus escritos. Probablemente entre sus colaboradores se encontraron Ernesto Álvarez, Enrique Borrell y Francisco Ruiz. Por la información que ofrece en varios de sus números -20, 25 y 43 -, en su primer año en publicación ya había sido denunciado por las autoridades gubernamentales en siete ocasiones, había sufrido seis secuestros y tres “compañeros” habían sido procesados, además de sufrir el “atropello de entrar en la casa -administración”. Tanto los miembros de su Consejo de Administración como el de Redacción serán relevados en noviembre de 1886. El seis de mayo de 1886 no se publica, quizá por problemas financieros, y el número 65, de diez de junio de 1886, aparece con ocho páginas (lo normal eran cuatro, compuestas a tres columnas).


En esa misma fecha debió publicar un suplemento especial, de una página, con un “Manifiesto a todos los trabajadores de la Región Española”. Insertó un grabado de Bakunin en el número de 22 de julio de 1886. La colección de la Biblioteca Nacional de España termina en el número 93, correspondiente al 31 de diciembre de 1886, pero siguió publicándose, hasta que en su entrega número 96, correspondiente al 21 de enero de 1887, anuncia su despedida y su refundación con el periódico barcelonés El productor, aunque los motivos de su desaparición fueron debidos a su déficit económico. Este periódico ha sido estudiado por Francisca Bernalte Vega (1987).


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La Solidaridad (Sevilla 1888-1889)


Publicación libertaria que aparece en Sevilla el 19 de agosto de 1888. Impulsada por diferentes anarquistas individualistas y colectivistas de la ciudad. Destaca entre todos ellos Ricardo Mella, que fue director conjuntamente con Mariano Calleja.


Desaparecerá el 17 de noviembre del año 1889, dejando como continuadora una nueva revista llamada "La Alarma".






 La Alarma (Sevilla 1889-1891)


Periódico colectivista continuador de la labor propagandística de “La Solidaridad” de Sevilla.


Entre sus principales impulsores destacará la figura de Ricardo Mella. 


El primer ejemplar apareció el 22 de noviembre de 1889, y en este portal subimos hasta el número 25 (8 de agosto de 1890), aunque algunas fuentes señalan que en agosto de 1891 se continuaba editando.




La Tribuna Libre (Sevilla 1891-1892)






La Revista Blanca
(Madrid-Barcelona 19oo-1936)


Una de las principales revistas teóricas del movimiento libertario y anarquista español. Nace en Madrid en el contexto de la desaparición del periódico El progreso, órgano del partido progresista republicano, que dirigía Alejandro Leorrux, y en su campaña a favor de los presos encarcelados en Montjuich, en pleno vigor de las leyes represivas contra el anarquismo. Juan Montseny –‘Federico Urales’-, quien tras ser encarcelado y desterrado, regresa clandestinamente de Londres a España, funda esta publicación, junto a su mujer, Teresa Mañé –‘Soledad Gustavo’, que será quien, como propietaria-directora, solicitará la autorización de edición ante la administración. En su estratagema para poder ser aceptada, también serán incluidos entre sus colaboradores en su primera época al propio Alejandro Lerroux, Francisco Giner de los Ríos, Miguel de Unamuno, Pedro Dorado, Joaquín Costa, Leopoldo Alas, Gumersindo Azácrate o Manuel Cossío, entre otros.



“Sociología, ciencia y arte” será su subtítulo, y publicará artículos teóricos y doctrinales y crónicas de estas materias, así como sobre el anarquismo y el movimiento y activismo obrero y libertario, el internacionalismo y el librepensamiento, de literatura, historia, feminismo y actualidad política, una revista de periódicos y otras publicaciones, así como una “Sección libre’ o una ‘Tribuna del obrero’, tanto de alcance nacional como internacional. También traducciones, piezas de teatro y novelas como folletines tanto de autores anarquistas y libertarios como otros cuyas ideas le eran afines (Tolstoi, etc.).


Además de ‘Federico Urales’, que aparecerá después como gerente, y ‘Soledad Gustavo’, aparecerán textos de, entre otros muchos, Luisa Michel, Juan Ginés y Partagás, Pompeyo Gener, Fernando Torrida, Alejandro Sawa, Pedro Corominas, José Nakens, Donato Luben o Anselmo Lorenzo. Este último tendrá que tomar la dirección de la revista en 1904 ante la estratagema del ministro de la Gobernación, Juan de la Cierva, de desempolvar la norma jurídica que prohibía a las mujeres ser titulares de propiedades.


De periodicidad quincenal (aparecía los días 1 y 15 de cada mes) y 36 páginas por número, editará suplementos al objeto de alcanzar un público menos intelectualizado, como el subtitulado “eco de la acción internacional contra la guerra y la explotación”, y Tierra y libertad, desde 1899 a 1902, independizándose seguidamente este como “semanario ilustrado”.


Tras su desaparición en diciembre de 1905, reaparecerá de nuevo en junio de 1923, editándose primero en Sardañola y posteriormente en la ciudad condal. En esta segunda época una de sus principales plumas será Federica Montseny (1905-1994), hija de los fundadores y directores de la publicación, que durante la II República se convertirá en la primera ministra de un país de la Europa occidental. Sigue como publicación teórica y doctrinal y de pensamiento del sector radical anarquista y del movimiento libertario, con artículos sociológicos, históricos, filosóficos y de cuestiones de política, cultura, literatura y sindicalismo y de información internacional, a las que se suman materias como el naturalismo y el vegetarianismo.


Su función propagandística, educativa y divulgadora y de difusora de la cultura, la ciencia, el arte y la literatura alcanzará su difusión principalmente en Cataluña, Levante y Andalucía. En esta época también publicará suplementos con el objetivo de ser más populares, como El luchador, que se publicará desde diciembre de 1930 hasta 1933, como “periódico de sátira, crítica, doctrina y combate”.


La revista blanca se convertirá, asimismo, en semanal desde 1933 y desaparecerá en agosto de 1936. Al final de cada tomo incluye índices. Véase también: Almanaque de La Revista Blanca (1903) y Almanaque de La Revista Blanca y Tierra y libertad (1904).

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Tierra y Libertad

(Madrid/Barcelona 1904-1923)

De toda la variada amplitud de prensa anarquista que ha recorrido la península ibérica en multitud de proyectos editoriales efímeros o de poca duración habría que destacar como contrapunto creativo por su longevidad y persistencia al periódico anarquista “Tierra y Libertad”.


Tanto es así que se convirtió casi sin quererlo, durante la época que analizamos en estas líneas, en el órgano oficioso de los grupos anarquistas del estado español. Habría que recordar, para no cometer errores de apreciación, que no será hasta 1927 cuando se constituya la Federación Anarquista Ibérica (FAI) que esta cabecera se convertirá en el órgano “oficial” del anarquismo organizado de nuestro país.


Pero anteriormente, y esta es la época que os estamos mostrando, aquella que va de 1904 hasta 1923 se irá ganando progresivamente una adhesión muy importante por parte del anarquismo organizado que se vera reflejada y reforzada en su mejor época que transcurrirá desde 1910 hasta 1919.


Una pequeña historia de la expresión y grito de rebeldía “Tierra y Libertad” (“Zemlia i Volia”) nos acerca al populismo ruso en su lucha contra el sistema político y económico zarista y en su deseo ferviente de libertad y de justicia del pueblo ruso.


Posteriormente este grito de rabiosa y deseada libertad traspaso fronteras y se convirtió en cabecera de algunos periódicos de inspiración anarco-comunista. Así nos encontramos que en Paris en octubre de 1884 apareció con el nombre de “Terre et Liberté”. Cuatro años después en 1888 en la localidad de Gracia (barrio actual de la ciudad de Barcelona) se crearía la primera cabecera de “Tierra y Libertad” de contenido claramente anarco-comunista y en la que Emilio Hugas y Martín Borras Javè era sus principales redactores.


Siguiendo este hilo cronológico, con el detalle que el historiador especialista en prensa anarquista, Francisco Madrid nos hace en su libro “Solidaridad Obrera y el periodismo de raíz acrata” sobre este periódico, en su primer número nos afirmaba:


“Capital, propiedad, autoridad, este es el enemigo común; a él deben dirigirse todos nuestros ataques, enseñando al pueblo todos los crímenes, perfidias y traiciones de que se ha valido para dominar el mundo y demostrar con los ojos claros de la razón que todos los desheredados tenemos el deber de combatirlo sin tregua ni piedad, pues no la ha tenido ni la tendrá nunca de nosotros.” (Pag.73)  



Esta primera etapa fue breve en el tiempo publicándose únicamente 23 números, pero sirvió de base para interrelacionar a los grupos de afinidad anarquista que comenzaban a formarse en todo el país.


Posteriormente y ya en el siglo XX apareció otra cabecera denominada “Tierra y Libertad” en Madrid que estaría ligada a la labor de propaganda anarquista que desarrollaba la familia Urales. Durante el periodo que transcurre desde el 25 de enero de 1902 hasta el 25 de agosto de 1904, “Tierra y Libertad” sustituiría al “Suplemento a la Revista Blanca” y dentro de este breve periodo se convertiría en diario, concretamente desde agosto de 1903 hasta finales de ese mismo año.



Diversos inconvenientes, llevaron a traspasar posteriormente a los grupos anarquistas madrileños la cabecera de “Tierra y Libertad” constituyéndose al efecto el grupo anarquista “4 de mayo” de Madrid, que fue capaz de aunar a diversos grupos ácratas para que prestaran apoyo a la publicación. Así, ocurrió también en Barcelona constituyéndose otro grupo anarquista con el mismo nombre de “4 de mayo” que pasaría a formar parte de la redacción del periódico.


La represión que se ejercía en Madrid en 1906 sobre la redacción de “Tierra y Libertad” y los propios grupos anarquistas llevó a trasladar la cabecera de la misma a la ciudad de Barcelona en noviembre de ese mismo año, haciéndose cargo del mismo el grupo “4 de mayo” de la ciudad condal.



Siguiendo la descripción histórica de Francisco Madrid, en el libro anteriormente citado, sobre el cambio de residencia y la importancia progresiva que iba adquiriendo la publicación anarquista este autor nos señala:



“Cumplió dos funciones esenciales en el seno del anarquismo barcelonés: por un lado, unificó los objetivos de los grupos que se aglutinaron en su entorno, y por otro sirvió de coordinación y enlace entre los mismos”(...) “Su desarrollo polarizaría los esfuerzos de los grupos anarquistas hacia un objetivo común. Progresivamente se iría convirtiendo en el depositario de las teorías anarquistas, consolidando de esta forma un prestigio como punto de referencia obligado. Aunque nunca llegó a convertirse en diario, pese a los esfuerzos que se hicieron, es indudable que en cierto modo sirve de barómetro para medir el grado de cohesión y fuerza alcanzado por el movimiento anarquista.” (Pag. 76-77)



De todas formas la consolidación del periódico en la ciudad catalana no fue fácil debido a problemas de financiación del mismo que lo llevaron a interrumpir su marcha en varias ocasiones. Asimismo los sucesos y la revuelta que supuso la Semana Trágica en varias ciudades de Barcelona en 1909 llevaron a la ilegalización del periódico barcelonés y a la represión brutal hacia los propagandistas y redactores anarquistas.


Será en la IV época del periódico anarquista que va del 24 de febrero de 1910 hasta el 15 de enero de 1919, donde “Tierra y Libertad” logró aunar y expandir su mensaje libertario por buena parte de la península ibérica, convirtiéndose en el vocero más reconocido del pensamiento anarquista de aquellos momentos.



Siguiendo el análisis histórico de Francisco Madrid sobre esta época dorada del diario anarquista, este nos manifiesta:



“Progresivamente “Tierra y Libertad” fue asumiendo el papel de depositario de la “ortodoxia anarquista”. El incondicional apoyo que recibía de todos los sectores libertarios españoles le permitieron sentar las bases para un desarrollo de la organización anarquista. Como punto de referencia obligado, fue la plataforma de apoyo y estimulo en la creación de diferentes federaciones anarquistas regionales, a las que prestó en todo momento una exhaustiva cobertura informativa. Desde esta privilegiada posición, enarboló la bandera del internacionalismo, frente al intervensionismo de algunos anarquistas que se pusieron al lado de las potencias aliadas en la gran guerra, lo que de inmediato fue considerado por el periódico como una “peligrosa desviación”. (Pag.84)



Asimismo fue un gran defensor del sindicalismo libertario y apoyó todas aquellas iniciativas y huelgas que suponían un avance en el camino de la liberación de los trabajadores y en la estructuración organizada del sindicalismo de raíz acrata para luchar por lo inmediato con la vista puesta en la tan deseada “revolución social” en el camino hacia una sociedad anárquica.


Aspectos tan destacados como la Revolución Mejicana (1910-1913) o la Revolución Rusa (1917) fueron claramente ensalzados por el periódico anarquista en sus ansias de recoger todo aquello que tuviera de positivo y transgresor de la dominación terrateniente o burguesa en el camino de una nueva sociedad sin amos ni esclavos.


Podríamos añadir otros elementos de análisis sobre este periódico acrata que pueden ser interesantes, pero preferimos daros una bibliografía mínima sobre “Tierra y Libertad” que os pueden orientar para un análisis pormenorizado del mismo.


Y sobre todo os invitamos a entrar en sus páginas, en su lenguaje, en sus modismos, en su discurso lleno siempre de un claro compromiso por la libertad con mayúsculas, aquella que el imaginario libertario siempre ha deseado y que aún hoy en día sigue deseando con la misma intensidad vital y social.



Por último, y en el campo de los agradecimientos, queremos honorar a todos aquellos que han hecho posible que esta colección de “Tierra y Libertad” (1904-1923) pueda llegar al lector y al estudioso a través de la red de internet.



Muchos han sido los compañeros que lo han hecho factible a través de un proceso de trabajo lento pero eficiente. En primer lugar queremos destacar la labor desarrollada por el INSTITUTO DE HISTORIA SOCIAL DE ÁMSTERDAM, fuente básica de la mayor parte de la colección de “Tierra y Libertad” y sin la cual ésta hubiera quedado muy mermada en su orden cronológico.


Agradecemos de manera especial a los compañeros de este Instituto, Kees Rodenburg y a Jaap Kloosterman por su labor eficiente y amigable para llevar a buen puerto el trabajo realizado. Por último agradecer a Paco Madrid, por su labor constante en relación a la difusión de la prensa libertaria y en especial al trabajo de simplificación técnica que ha desarrollado con la colección de “Tierra y Libertad” que en estas páginas os mostramos.


BIBLIOGRAFÍA MÍNIMA:

MADRID, Francisco (2007): Solidaridad Obrera y el periodismo de raíz ácrata (Badalona)



MADRID, Francisco (1991): La prensa anarquista y anarcosindicalista en España desde la I Internacional hasta el final de la Guerra Civil (Barcelona) (Universidad Central de Barcelona, Tesis de Doctorado)



Descargar:

http://www.cedall.org/Documentacio/Castella/cedall203410101.htm


ZAMBRANA, Joan (2009): El anarquismo organizado en los orígenes de la CNT . “Tierra y Libertad”  (1910-1919) (Badalona) (Se puede consultar en la pagina web del CEDALL)  


Descargar:

http://www.cedall.org/Documentacio/IHL/Tierra%20y%20Libertad%201910-1919.pdf



EQUIPO Cedall  

Descargar Tierra y Libertad




La Escuela moderna (Madrid 1892-1934)

Comprende: Del 01/01/1892 al 01/12/1934
 

        
Revista profesional fundada y dirigida en su primera etapa por el profesor cordobés Pedro de Alcántara García Navarro (1842-1906), considerado el paladín en España de las Escuelas Normales y de Magisterio, que dedicó su vida a la formación de los maestros, la educación de la mujer y la divulgación de los conocimientos pedagógicos.


Fue también el introductor en España de las enseñanzas de Friedrich Fröbel y estuvo próximo a la Institución Libre de Enseñanza. Comenzó a publicarla en abril de 1891 y se convirtió en una de las revistas que destacaron por la difusión de la cultura pedagógica y las experiencias e innovaciones europeas en esta materia, estando imbuida de un amplio espíritu científico, tal como han señalado S. Montes Moreno y M. Beas Miranda.


Con una periodicidad mensual, es editada en números de 80 páginas y compuesta a una columna, a los que se suman suplementos semanales, que aparecen cada lunes, de cuatro páginas. Mientras que la revista inserta artículos de una gran variedad y de un gran plantel de especialistas, algunos traducidos, así como bibliografía, el suplemento está dedicado específicamente a disposiciones oficiales, documentos parlamentarios, anuncios de oposiciones y concursos, movimiento de personal, etc.


De esta publicación se ha escrito que es un “bello monumento levantado por el magisterio español” y “una muestra elocuente de los grandes elementos de la cultura pedagógica que entre el profesorado germinaban” en nuestro país, formando sus colaboradores una larga nómina, entre los que se encontraron Urbano González Serrano, Francisco Coello, Leonor Canalejas y Fustegueras, Alejandro de Tudela, Gabriel Comas Rivas, Arturo Vega y Morales, Ángel Bueno o Rufino Carpena Montesinos, por citar sólo algunas de sus primeras firmas.


Aunque se decía “extraña a todo interés de partido político, escuela filosófica y comunión religiosa”, estuvo “abierta a todas las opiniones”. Tras la muerte de Pedro de Alcántara en 1906, la revista inicia su segunda etapa, subtitulándose ahora “revista pedagógica y administrativa de primera enseñanza”, tomando su dirección Eugenio Bartolomé y Mingo (1839 -1920), otro renovador de la pedagogía española, también fröbeliano y krausista, actuando como redactor -jefe Juan C. Arroyo y García. En esta época, sus suplementos los edita miércoles y sábados, en números de 16 páginas, dedicados a insertar las vacantes, los nombramientos o jubilaciones, etc. Entre sus colaboradores estarán, entre otros muchos, Eduardo Navarro Salvador o Augusto Vidal Perera.


El tercer director de la revista será Gerardo Rodríguez García, impulsor del asociacionismo del Magisterio, que la orientará a contenidos más pragmáticos. Entre sus colaboradores de esta época se encuentran María Sánchez Arbós, Mercedes D’Abbondio y Manuel Bartolomé Cossío. Los primeros editores de esta revista, una de las mejores de su clase en Europa, fueron Gras y Compañía y posteriormente se hicieron cargo de su edición e impresión los sucesores de la Casa Editorial Hernando.


La colección, formada por dos tomos por año, incluye índices al principio de cada uno. La de la Biblioteca Nacional de España comienza en 1892, siendo incompleta y careciendo de los años 1895 -1896. Tras una larga vida, su último número corresponde al uno de diciembre de 1934 y su último director, Rodríguez García, gallego nacido en 1873, sufrirá un expediente de depuración y sus libros pedagógicos prohibidos tras la guerra civil.

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Mi Revista (Barcelona 1936-38)


Subtitulada “ilustración de actualidades”, en su saludo señaló que, “en los momentos en que empieza la nueva reconstrucción de España”, nacía, no como una publicación de empresa, sino de un “grupo de compañeros”, a los que se califica de “francamente revolucionarios”. Estuvo dirigida por el periodista de la CNT Eduardo Rubio Fernández y su redacción estaba integrada por periodistas de este sindicato, de la UGT, comunistas y republicanos, siendo autodefinida como una revista de “combate antifascista y no partidaria”. De periodicidad quincenal, apareció los días 1 y 15 de cada mes, y su paginación la fue ampliando, desde las 32 hasta casi el centenar de páginas.


Adoptó el lema “pensar alto, sentir hondo y hablar claro” y fue sobre todo un magazine con una gran calidad de edición que, junto a crónicas y reportajes de los frentes y la retaguardia, ofrece otras destacadas informaciones sobre la industria cinematográfica y del teatro. También incluye artículos de política, economía, sociedad y cultura y sobre el desarrollo de la contienda, con páginas también dedicadas al mundo financiero, la ciencia, la educación, la mujer o el deporte, pero dándole especial atención a actrices, actores y películas extranjeras, con una sección titulada precisamente “Hollywood”, y asimismo españolas, en otra sección titulada “Pantalla española”.


Su portada, a veces coloreada y buscando los tonos rojo y negro del anarquismo, fue ocupada generalmente por actrices o por dibujos de milicianas o alusivos a la contienda, siendo distribuida gratuitamente entre los milicianos que se encontraban en los frentes de batalla. También cuenta con otra sección que, bajo el epígrafe “Panorama sindical”, daba espacio para informar de todas las organizaciones obreras “sin distinción”. En ella publicó entrevistas la periodista Magda Donato y fueron publicadas numerosas fotografías, dedicándole una sección propia denominada “Vistas del frente”. Otros colaboradores de la revista fueron Aurelio Fernández, Luis de Alarcón, Gustavo Cochet y Socías Aldape. Dio cabida asimismo a una destacada publicidad comercial.


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Regeneración (México 1900-1918)


En esta sección el lector encontrará la compilación digital del semanario “Regeneración,” mismo que se publicó sucesivamente en la ciudad de México (1900-1901) y en los Estados Unidos de América en las ciudades de San Antonio, Texas (1904-5), Saint Louis Missouri, Missouri (1905-1906) y Los Ángeles, California (1910-1918).


Esta recopilación incluye, además, la sección italiana del semanario citado (1911) y el semanario “Revolución” (1907-1908), ambos editados también en la ciudad de Los Ángeles.
             


Como seguramente el lector sabe, todas estas publicaciones tienen en común el haber sido editadas por un grupo de redactores reunidos en torno a los hermanos Flores Magón. En torno a Jesús y Ricardo en la primera época de ”Regeneración,” y en torno a Ricardo y Enrique en las siguientes tres épocas de este semanario y en “Revolución,” aunque es pertinente resaltar que todas ellas encierran un amplio esfuerzo colectivo. Sus páginas contienen escritos provenientes y/o suscritos por cerca de tres millares de firmas.



Muchas son las características que hacen de esos periódicos, y en especial de “Regeneración,” unas de las publicaciones más relevantes y controvertidas dentro del mundo de la prensa mexicana (y no solo) de comienzos del siglo XX (y no solo).


Vale la pena destacar, entre esas características su trayectoria política: la que va del oposicionismo jurídico-político al régimen dictatorial de Porfirio Díaz en México a su inserción en la red libertaria internacional en el momento del auge revolucionario mundial de las segunda década del siglo veinte. Trayectoria que tiene como correlato ideológico su paso de un liberalismo con tintes jacobinos a un anarquismo difícil de clasificar pero ciertamente más cercano al “anarquismo sin adjetivos” (expresión de Fernando Tarrida del Mármol) que al anarco-sindicalismo o anarco-comunismo al que se le suele adscribir.


Desde el punto de vista del contenido periodístico mismo recorre un camino que va de la denuncia de las condiciones político-sociales imperantes en el México porfiriano a la crónica sistemática del proceso revolucionario mexicano de principios del siglo XX, al tiempo que se consolida el seguimiento y denuncia de las condiciones de la población mexicana, mayoritariamente trabajadora, en los Estados Unidos de América en esos mismos años.


Órgano del Partido Liberal Mexicano a partir de 1905, “Regeneración fue, además, el vehículo organizativo y programático del movimiento político social que le dio sustento y que históricamente terminó por identificarse con el nombre de “magonismo”.


Es necesario que el usuario tenga conocimiento de algunos de los criterios seguidos en la elaboración de esta compilación, ya que, a diferencia de otros medios de publicación de fuentes históricas, el formato digital ofrece características particulares.


Como se sabe, en la publicación de fuentes históricas la fidelidad al original constituye el criterio rector. Cualquier modificación del contenido de la fuente debe considerarse una traición a la misma. (Antes del desarrollo de las reprografías fotomecánica y digital, la ‘traición’ corría por cuenta de la trascripción). Al mismo tiempo, un segundo criterio rector, que si bien está subordinado al anterior no es menos imperativo, es el de la recuperación de la mayor cantidad posible de la información existente en la fuente, puesto que el valor de esta es directamente proporcional a la cantidad de aquella. (La forma de resolver la posible contradicción en la aplicación de ambos criterios en el caso de las transcripciones literales se resuelve señalando la pérdida absoluta de información con puntos sucesivos encerrados con corchetes, mismos que se utilizan para encerrar la información suplementaria deducida y ofrecida por el editor).


Para formar la compilación que nos ocupa fue posible recurrir a varias colecciones (parciales) de los periódicos mencionados (véase abajo Fuentes, Créditos, Agradecimientos); colecciones que fueron digitalizadas a través de distintos mecanismos (directa e indirectamente). Por fortuna, las condiciones de deterioro de los ejemplares existentes en cada una de ellas, resultaron, las más de las veces, complementarias, por lo que se procedió a insertar los secciones legibles de unas imágenes en las otras. Con el ánimo de no ocultar ese artilugio al lector, se procedió a hacer explícitos los injertos dejando un espacio mayor al original entre las columnas injertadas y las correspondientes al ejemplar modificado.


Independientemente de ello, el lector podrá saber cuáles imágenes sufrieron ese tratamiento consultando abajo la sección Fuentes. Además y exclusivamente en aquellos pocos casos en que las imágenes resultaron totalmente ilegibles y cuyos originales pudieron ser confrontados, se utilizó la trascripción directa. Sin embargo en esta no se incorporó información alguna deducida por los editores. El resultado final es satisfactorio ya que la legibilidad del conjunto se elevó hasta un porcentaje superior al 95%.



Por desgracia, y a diferencia de la compilación de “Regeneración” que presentamos, la del semanario “Revolución” está incompleta, ya que de los 49 números  identificados, no fueron localizados 5 de ellos.


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El Luchador (Toulouse Francia 1968-1976)

Aparece El Luchador por acuerdo y esfuerzo propio de los grupos locales federados, y también, -hemos de precisarlo- con el desinteresado apoyo moral y económico de algunos militantes, que no han dudado un momento, en prestarnos su valioso e incondicional concurso, del cual quedamos profundamente reconocidos.


Sale a luz nuestro boletín interno,en circunstancias muy especiales en los instantes en que, por todas partes de la tierra, ruge la tempestad de la protesta, clamando por la libertad de los pueblos. El boletín interno, era una necesidad fundamental. Lo es porque él constituye el elemento informativo y relacionador de orden orgánico que ha de reflejar constantemente las actividades, en sus variadas manifestaciones, del conjunto federado. En el boletín pues, pueden grupos e individualidades, plasmar pareceres, iniciativas, sugerencias o inquietudes, encaminadas siempre a valorizar y superar nuestros ideales.


Hemos de afirmar aquí,y bien alto,que no estamos influenciados por ningún clan, camarilla o secta. Tampoco somos bando. Las influencias, sólo las recibimos del Ideal, al que nos debemos. Conviene apuntar ésto, para deslindar campos y desvanecer malentendidos. Nuestra ruta es limpia y los propósitos que nos animan sanos. Sanear nuestro movimiento de ciertos males latentes, es deber de todo militante consciente. A eso vamos. No somos poseedores absolutos de la verdad; tal vez podremos estar equivocados en nuestros juicios,pero no malintencionados.Si es lo contrario, que se nos diga. Nos hallamos siempre dispuestos a rectificar nuestros errores y a aceptar otros razonamientos, si éstos nos convencen.


En nuestro campo, (para nadie es un secreto) han proliferado ciertos procedimientos autoritarios y abyectos que repugnan a nuestra sensibilidad y formación ácrata, procedimientos, que están muy lejos de ser el fiel reflejo y la expresión de las ideas. Contra esa corriente sórdida, destructora y absoluta, estará El Luchador.


Actualmente, el exilio se resiente de muchas secuelas del pasado, (nuestra guerra) que hoy no vamos a criticar aquí, pero que, a medida que se deslizan los años, van mareando de forma inexorable a la Organización, debilitada constantemente por sacudidas de orden interno sin saber jamás el origen de las mismas. Y, si es débil el movimiento, la responsabilidad alcanza a toda aquella militancia que aún siente las ideas y la esperanza del porvenir. Es responsable,porque permanece indiferente a esa sangría moral que puede y debe cortarse a tiempo. Cruzarse de brazos, es tanto como hacer el juego a fuerzas invisibles que buscan nuestra destrucción. No falta quien dice que siempre hubo problemas en la organización; que los hay y que continuará habiéndolos. Pero afirmaciones como éstas,son la negación rotunda de las ideas que decimos sustentar. Si nosotros no podemos vencer ciertas pasiones íntimas y resolver algunos de los aspectos morales que han do primar en las relaciones orgánicas y humanas, entonces, es mejor, mucho mejor, zambullirse dentro de la masa amorfa y renunciar a llamarse anarquista.


Es lo menos que puede hacerse. Decirse paladines de un ideal de amor, fraternidad y justicia, y después hacer todo lo contrario de lo que se propaga, cabe y conviene perfectamente a la truhanería. Si existe una idea de superación moral, es necesario demostrarla.Y, claro que la hay.No es difícil materializarla. Hoy, más que nunca, se impone crear un clima de confianza entre la militancia que posibilite al anarquismo organizado y afín una era constructiva, fraternal y fecunda. Es con esta  conducta que construiremos un movimiento sólido, coherente y eficaz, con proyecciones ideológicas inmensas.


Las ideas han de estrechar nuestros lazos fraternales; el estudio, el trabajo colectivo y la actividad constante, deben ser acicates dentro de nuestra existencia.


Luchar, batallar siempre, <<el porvenir es la idea anarquista -decía Nettlau- depende de lo que haga, en el período presente de preparación y el resultado inexcrutable. De nada sirve soñar con un tiempo futuro, cuando no se esfuerza uno por estar a la altura de la situación presente. Obrar como buen conservador, mantener la tradición del pasado,es demasiado poco>>.


Cada etapa de la Humanidad, está señalada por grandes corrientes del pensamiento, que han transformado costumbres y estructuran de la sociedad. El hombre, obrero infatigable de la inteligencia, ha marchado siempre y con ahínco, buscando los caminos rectilíneos qu conducen a la libertad. Se está gestando el quinto período de la Historia. El mundo es un volcán en acción. La revuelta estudiantil se extiende por todas partes. Los pueblos quieren destruir las viejas barreras políticas de los regímenes ya caducos persiste la protesta, el  anhelo libertario el hombre que intenta liberarse d toda tutela autoritaria.


Una nueva sociedad se perfila. El anarquismo ha nacido de la rebelión moral contra todas las injusticias sociales.


Así pensaba Malatesta; así discurrieron otros. El anarquismo tiene vigencia,hoy más que nunca, puesto que la rebelión moral del hombre contra todo lo estatuido, fue y es en el presente nuestra meta. Puede ser que a esa gigantesca lucha que hoy se libra por la libertad de los hombres le den hoy o mañana otro nombre; poco importa, si los objetivos se identifican. Quédale al anarquismo y a los anarquistas la satisfacción de haber sido los pioneros de un nuevo mundo más justo y más libre que el presente.


Terminamos estas líneas recordando con emoción a todos los caídos en la lucha por las ideas de redención humana,expresando al mismo tiempo,nuestra gran admiración por quienes diariamente combaten con denuedo por la Libertad.

F.L.DE GG.AA.DE T.

Descargar "El Luchador (Nºs 1 al 92)


El Sudor del Obrero 1903/1915 (El Puerto de Sta. María, Cádiz)





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ABRIL (Portavoz de las izquierdas) 1935-37



El antifascismo necesitaba en nuestra provincia un portavoz. Algo que diera la voz de alerta y mantuviese cohesionadas las fuerzas viriles de nuestra provincia y llevase el ánimo de todos los antifascistas, desperdigados por el área provincial, el eco de nuestras ambiciones de una España libre, trabajadora, progresiva, auténticamente laboriosa, fiel reflejo de las masas anónimas que, sufriendo las injusticias de una política nefasta, trabajan y esperan. Para esto ha nacido ABRIL.


Pero el fascismo vaticanista y sus adláteres, todas las fuerzas reaccionarias del capitalismo, no se duermen y trabajan subterráneamente. Nosotros no podemos contentarnos con declaraciones platónicas. Sería suicida. Hay que poner manos a la obra.


¡ABRIL necesita el apoyo y el concurso entusiasta de todos los elementos y organizaciones antifascistas!


En cada pueblo, en cada aldea, en todas las localidades, ¡un grupo antifascista de amigos de ABRIL!



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La Huelga General. Barcelona (1901-03)


Entre la prensa libertaria de España, ocupa un destacado lugar el periódico La Huelga General. Editado entre 1901 y 1903, iba a ser publicado cada diez días, concretamente, a señalamiento de sus editores, los días 5, 15 y 25 de cada mes, pero, el objetivo era demasiado ambicioso y debió ser cambiado a partir del octavo número, cuando sus editores deciden convertirlo en vocero quincenal, señalándose los días 5 y 20 de cada mes para su aparición.



Ferrer i Guardia
El primer número aparecería el 15 de noviembre de 1901 con el encabezado: Periódico Libertario, que se mantendría hasta su desaparición, y en el que se incluía la lista de sus colaboradores, que eran la crema y nata de la intelectualidad anarquista internacional de principios del siglo XX como Jean Grave, Pedro Kropotkin, Errico Malatesta, Carlos Malato, Fermin Salvochea, Anselmo Lorenzo, Tárrida del Mármol, Soledad Gustavo, Domela Nieuwenhuis, Teresa Claramunt, Eliseo Reclus, Federico Urales, entre otros. En las ocho páginas que lo componía -salvo el número 7 que sólo constó de cuatro-, se encuentran artículos, informes, noticias y ensayos de primer nivel, permitiéndonos nosotros destacar el informe publicado en el N° 5 titulado El progreso en México, elaborado por Juan Casanovas, el cual, no obstante no ser lo exacto y claro que se hubiese deseado, manifiesta el interés de los editores por la realidad mexicana. Otro país de América latina del que se incluyen informes es Argentina.



Como es de comprender, uno de los temas tratados de manera recurrente en los números del periódico es él de la huelga general, siendo abordado desde diversas pespectivas.


Finalmente, después de haber editado veintiún números, el consejo editor de La Huelga General decide desaparecer la publicación para integrarse a otro proyecto periodístico de mucho más envergadura: un diario libertario llamado Tierra y Libertad.


Así, el 20 de junio de 1903 aparecería el último número de La Huelga General, en el que el consejo editorial incluiría su Despedida, artículo en el que expresarían: 


"La Huelga General cesa su publicación.


Sus editores consideran cumplido el objeto que se propusieron, y quieren dar nuevo curso a su actividad.


El cese de nuestra publicación sólo significa para nosotros, como dejamos indicado, un cambio de actividad empleada a nuestro gusto y a nuestra entera satisfacción; no en manera alguna cansancio ni abandono.

... con nuestra desaparición queremos favorecer, en cuanto ello puede resultar favorable, la publicación del diario libertario Tierra y Libertad, que juzgamos necesaria, a la altura a que hemos llegado, para descubrir la arbitrariedad autoritaria que contra los trabajadores se comete en todas partes y a cada momento, y también para desenmascarar la hipocresía de la prensa burguesa que defiende con artimañas reprobables al privilegio, y no deja de perjudicar cuanto puede al trabajador, y es tanto más enemiga cuanto más afable se muestra."


Junio del 2006

Chantal López y Omar Cortés

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"Cultura Libertaria” (1931-1933).  "Sindicalismo" (1933-1935)


LA "OTRA" PRENSA LIBERTARIA DURANTE LA II REPÚBLICA


El anarcosindicalismo durante el transcurso de la II República volvió a adquirir una gran resonancia en el movimiento obrero y fue asimismo capaz de recuperar en su seno a buena parte de los sectores obreros y populares que habían formado parte de los orígenes de a CNT, superando así la represión persistente que la Dictadura de Primo de Rivera había ejercido sobre la organización confederal con el objetivo de diezmarla y acabar con la fuerte influencia social que ésta ejercía en gran parte sobre el “imaginario obrerista” del estado español.


Y si bien tenemos que afirmar que el anarcosindicalismo durante la II República fue adquiriendo su anterior capacidad de adhesión popular, también tendremos que señalar que en el seno de la organización confederal se produjeron una serie de pequeñas crisis ideológicas en torno a visiones distintas sobre la realidad socio-política del momento y en concreto sobre la valoración de la II República naciente y la posibilidad de ejercer movimientos sociales coherentes encaminados a llevar a cabo una autentica revolución social de signo libertario.



El movimiento conocido como “trentismo”, basado en el apoyo implícito a una serie de  reflexiones políticas y sociales  que conocidos militantes libertarios firmaron bajo el nombre de “Manifiesto de los Treinta” (Joan Peiró y Angel Pestaña estarían entre sus principales firmantes) (finales de agosto de 1931) sería, dentro de los movimientos plurales del anarcosindicalismo, el que más influyó en diversas zonas geográficas del movimiento sindical libertario, especialmente en algunas ciudades de Cataluña y el País Valenciano dando pie a  una escisión que se agrupó bajo el nombre genérico de “Sindicatos de Oposición”.



Esta actitud diferenciada de un sector del sindicalismo libertario, pequeño y de poca amplitud si consideramos a la CNT en su globalidad y como organismo de ámbito estatal, duró durante buena parte de los años centrales de la II República y  se cerró definitivamente en los meses anteriores al Congreso de la CNT celebrado en Zaragoza (mayo de 1936) gracias al esfuerzo de ambos sectores por limar las diferencias que les habían distanciado y lograr así la ansiada unidad confederal, antes del inicio de la bárbara sublevación fascista de julio de 1936.



Los periódicos que a continuación os mostramos, “Cultura Libertaria” (1931-1933) y “Sindicalismo” (1933-1935) reflejan claramente la posición de estos sectores “trentistas”, tanto en lo que se refiere a su visión del sindicalismo como a otras valoraciones de tipo político y cultural en el ámbito del “imaginario libertario” que ellos predicaban y del cual se sentían gratamente defensores.



Más allá de valoraciones positivas o negativas de la llamada “escisión trentista”, lo que pretendemos con esta breve introducción es señalar  y dar cuenta, mediante sus órganos de expresión, de dicha tendencia en el seno del sindicalismo libertario. Ello nos llevara, junto a las otras cabeceras de signo y opinión diferenciada  (“Solidaridad Obrera” y “Tierra y Libertad”) que ya están a vuestro alcance de forma también digitalizada, a que podamos tener una mayor y ajustada comprensión del sindicalismo libertario durante la II República y por lo tanto a un mayor conocimiento de los hechos históricos acaecidos en el seno del variado “imaginario libertario” en nuestro país.


EQUIPO Cedall 


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